Jueves 16 de mayo de 2024
P: ¿Cómo puede uno aumentar su fe en Cristo y Su poder? Sería agradable tener la fe que mueve montañas. Yo oro por eso y por sabiduría. Leo continuamente Su palabra y creo que Él tiene esa clase de poder y que Él habita en nosotros, pero mi fe es tan débil, como si no existiera, especialmente con respecto a cosas que pueden aplicarse directamente a mi persona. Quizás por eso es que siento que no soy digno de su amor, a pesar de que yo creo que Él tiene amor y misericordia hacia mí. ¿Existe algún elemento clave del que no me he dado cuenta para obtener y aumentar mi fe?
R: Piense de la fe como un músculo espiritual. A usted se le dio suficiente fe para salvarlo cuando nació de nuevo (Efesios 2:8-9) de igual manera como se le dieron sus músculos físicos cuando nació. Ambos se fortalecen por medio del ejercicio. Si nunca ejercitamos nuestros músculos físicos los mismos llegan a atrofiarse al punto de que casi no funcionan. Lo mismo es con nuestra fe.
Nosotros ejercitamos nuestra fe aplicando Romanos 12:1-2 a nuestras vidas. Le ofrecemos a Dios toda nuestra vida para que Él la use como quiera. Eso quiere decir que no hacemos nada sin antes consultárselo, y esperamos en Él para que nos dirija. Aprendemos a escuchar Su voz y a seguir su dirección (Juan 10:27).
El Señor prometió que si hacemos eso, Él se encargará de todas nuestras necesidades (Mateo 6:25-34) y Él dijo que si nos deleitamos en Él, Él nos concederá las peticiones de nuestro corazón (Salmo 37:4). Ejercitamos nuestra fe al creer en esas promesas y depender de Él para que nos guíe a través de la vida. Mientras más dependamos de Él, sin importar qué, nuestra fe crecerá más fuerte.