Lunes 17 de agosto de 2020
P: Durante la semana pasada he estado molesto con dos preguntas que están conectadas con, yo temo, y nuestras obras: “¿Cómo se determinan nuestros tesoros celestiales?” y “¿Cómo se determinan nuestros papeles en el cielo?”
R: La Biblia no da ningún criterio específico para ninguna de sus preguntas, pero hay unas insinuaciones generales. Por ejemplo, en cuanto a los tesoros se refiere, parece que nuestra generosidad hacia otras personas será recompensada tanto en este mundo como en el próximo, especialmente cuando se ha hecho anónimamente. Ayudar a las personas que no pueden hacerlo por sí mismas es un hilo conductor en la Biblia porque eso demuestra nuestra gratitud al Señor por lo que Él hizo por nosotros.
En cuanto a las cosas que hacemos, yo estoy convencido de que solamente aquellas tareas que son impulsadas por el Señor y hechas en Su poder son las que calificarán. Esa opinión la baso en Juan 15:5 en donde Jesús dijo,
“Yo soy la vid, ustedes las ramas; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada pueden hacer ustedes.”
Eso quiere decir que tenemos que escuchar la dirección por parte de Él. Y cuando la recibimos, debemos depender en Su poder para seguirla. Lo sabremos al haberlo hecho cuando, luego de haber completado la tarea, nos damos cuenta que nunca habríamos podido hacerla por nosotros mismos.
En cuanto al tema de nuestros papeles en la próxima vida, la Biblia guarda completo silencio. Los miembros de una familia real en la Tierra generalmente escogen sus propios papeles basados en sus propios intereses, y cuando sienten que pueden hacer alguna diferencia. Quizás sea lo mismo para nosotros. Después de todo, nosotros seremos la familia real en el Reino del Señor.