Viernes 4 de diciembre de 2020
P: Tengo una pregunta acerca de nuestra fe. ¿De dónde se origina nuestra fe en la Biblia como la Palabra de Dios? Solamente he encontrado esta afirmación en el Nuevo Testamento en una de las epístolas, la cual básicamente dice que toda la escritura es la Palabra de Dios. Entonces, tengo dos preguntas. Una es que estoy indeciso para creer que el autor de las epístolas consideró sus cartas a otras personas, así como sus cartas a sus contemporáneos, o aún los mismos Evangelios, los cuales todavía se estaban escribiendo, como escritura. ¿No estaría él refiriéndose solamente al Antiguo Testamento?
Lo cual me lleva a mi segunda pregunta. Si entonces debemos tomar el resto de la Biblia como la Palabra de Dios en fe, entonces, desde un punto de vista objetivo, ¿cómo es esta fe diferente a la fe que ponemos en algo más?
R: Usted está en lo correcto al decir que cuando Pablo escribió que toda Escritura es Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16), el Nuevo Testamento no había sido completado y mucho menos recopilado. Pero puesto que la Biblia es un documento fuera del tiempo y puesto que Pablo estaba escribiendo bajo inspiración del Espíritu Santo (el cual sabía que el Nuevo Testamento vendría) es lógico asumir que él se refería a toda la Biblia.
La Biblia es diferente a todos los demás llamados libros sagrados en que ofrece una justificación al pedir por lo que creemos. Esta justificación viene en la forma de la profecía cumplida.
Durante 4000 años Dios ha estado diciendo que Él haría algo y luego lo hizo, sin fallar ni una sola vez. En Isaías 44:6-8 Él nos explica que esa es la manera cómo podemos decir que Él es el único Dios y que no hay ningún otro.
A propósito, Él ha hecho eso tanto en tiempos del Antiguo Testamento como en tiempos del Nuevo Testamento. La vida de Jesús cumplió más de 300 profecías, y un ejemplo dramático de una profecía cumplida en nuestro tiempo presente es el renacimiento de Israel. Hay muchas profecías que todavía tienen que cumplirse las cuales conciernen los tiempos finales.