Martes 29 de octubre de 2024
P: Ref.: En el artículo anterior «¿De quién era la imagen?» tengo una pregunta acerca de la imagen de Dios sobre la humanidad de después de la caída, puesto que como usted señaló, todos “llevamos la imagen caída de Adán… lo que llamamos la ‘naturaleza pecaminosa’”. ¿Hay una “imagen de Dios” remanente a la par de “la naturaleza pecaminosa caída” entonces?
R: Alguien me lo explicó una vez de esta manera: Si antes de la caída el hombre se hubiera mirado en un espejo habría visto una imagen clara de Dios. Después de la caída es como si el espejo se hubiese roto. Algunas piezas aún son claras, algunas no se ajustan correctamente, y algunas otras no pueden reconocerse. El hombre se hizo a una imagen de Dios hecha pedazos.
Lo que es más, la imagen de cada persona está rota de diferente manera, lo cual explica que tenemos habilidades únicas. Esto lo explicamos al decir que tenemos un talento “natural” en un área o en otra. En algunas personas este talento “natural” parece casi sobrenatural. Pero en realidad es que en esa área en particular de su talento, la imagen de Dios es extraordinariamente clara. (Esa parte del espejo no se quebró.) Yo creo que antes de la caída Adán tenía todos los talentos comunas al hombre y los tenía todos en abundancia.
Colosenses 1:15 dice que Jesús es la imagen (visible) del Dios invisible, y Hebreos 1:3 lo llama la representación exacta del ser de Dios. Romanos 8:29 dice que Dios predestinó a las personas creyentes para que fueran a imagen de Su Hijo. Eso quiere decir que cuando seamos perfeccionados, la imagen hecha pedazos será reemplazada con una perfecta. Mientras tanto, no importa cuánto lo intentemos, no podremos reflejar la verdadera y completa imagen de Dios.