Miércoles, 3 de marzo de 2021
P: Leí en su artículo donde Pablo nos advierte que no nos asociemos con creyentes que viven vidas pecaminosas. Tengo una amiga querida cuya familia no está viviendo una vida piadosa (en mi opinión) pero es una nueva creyente. Sus hijos me hacen preguntas todo el tiempo sobre Dios, el rapto y el infierno, al igual que ella. Ella realmente cree lo que le digo y profesa a Cristo a todos, pero no ha dejado atrás sus comportamientos mundanos, a pesar de que le he hablado de ello. Entonces, mi pregunta es ¿estoy pecando al asociarme con ella?
R: Casi nadie logra una transformación milagrosa de la noche a la mañana. La mayoría de nosotros abandonamos nuestras costumbres mundanas más lentamente. Pablo estaba hablando de personas creyentes que sabían mejor. Su amiga es nueva en la fe. Dele tiempo. La pregunta es más sobre dónde está su corazón que cómo se ve su comportamiento. La forma en que usted se arriesga a ofender a Dios es rechazarla justo cuando ella lo busca para que la guía. Pregúntele al Señor cuál es la mejor manera de ayudarla a nutrir su fe incipiente.