Jueves 2 de junio de 2022
P: En Hechos 16:17, la esclava poseída grita: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que nos muestran el camino de la salvación”. Eso no suena como algo que un enemigo diría. ¿Por qué cree usted que ella dijo eso?
R: Esto sucedió más de una vez. Por ejemplo, en Marcos 1:21-24 el espíritu maligno en un hombre poseído testificó que Jesús era el Santo de Dios. Y cuando Jesús se encontró con un hombre poseído por un demonio en Marcos 5:1-13, el demonio dijo: “¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?» Y le suplicó al Señor que no lo enviara lejos.
Los espíritus demoníacos están sujetos a la autoridad del Señor y siempre son veraces en su presencia. El Espíritu del Señor fue tan poderoso en Pablo que ellos fueron forzados a testificar en Su nombre, también. Dos de estos ejemplos tuvieron lugar en público y en ambos casos al demonio se le ordenó que guardara silencio porque el Señor no acepta el testimonio de los demonios.