Martes 9 de enero de 2024
P: Soy una madre que trabaja y tengo una hija y planeo tener otro bebé. Cuando nació mi hija, sentí que Dios quería que me quedara en casa, pero mi decisión de dejar de fumar se prolongó una y otra vez porque cada vez que estaba a punto de dejar de fumar, sucedía algo que me impedía dejar de hacerlo. Hace aproximadamente un año, sentí que Dios me estaba diciendo que si soy fiel y cuido de mi familia, Él se encargará de la promoción de mi esposo. Bueno, cuando me estaba preparando para renunciar de mi trabajo, mi esposo cambió de opinión porque primero quiere obtener el ascenso antes de que yo renuncie. Después de solicitar al menos 10 puestos, aún no ha recibido ninguna promoción.
Sigo preguntándome si nuestra desobediencia y falta de fe provocaron esto. Tengo miedo de ser “solo una madre que se queda en casa”, pero al mismo tiempo, no estoy feliz de ser una madre trabajadora. Soy tan infeliz que constantemente pierdo el control de mis emociones en casa. Oro y leo la Biblia, pero siento que Dios me está rechazando.
R: Al leer su pregunta, tuve una reacción opuesta a la suya. Parece que cada vez que usted quiere dejar de fumar, algo la impide hacerlo. Si Dios le hubiera estado diciendo que renunciara a su trabajo, le habría abierto las puertas. En cambio, se han cerrado. Dios no rechaza a la gente, es la gente la que lo rechaza a Él. Deje de preocuparse por eso y ponga el asunto de vuelta en las manos de Dios. Cuando Él quiera que usted deje de trabajar, Él tendrá una manera para que lo haga y entonces sabrá que es el momento adecuado.