Lunes 29 de agosto de 2022
P: Mi esposo y yo somos cristianos mesiánicos que no tenemos ningún grupo en la localidad para poder adorar. Así que buscamos en libros y en sitios web cristianos para obtener las mejores respuestas a preguntas que tenemos de nuestro propio estudio bíblico. Estaba buscando la respuesta a una pregunta específica, y puesto que su artículo sobre “Transformando el agua en vino” es el que muestra un enfoque bien pensado y basado en la cultura judía que jamás haya encontrado, tengo la esperanza que usted pueda responder a lo siguiente:
Cuando Yeshua le preguntó a su madre, Miriam, “¿Por qué quieres que me involucre? Mi tiempo aún no ha llagado,” ¿por qué Miriam insistió en el asunto? (Casi como si ella lo estuviera obligando a hacer algo que Él todavía no estaba listo para hacer.)
R: Esa frase aparece cinco veces en el Evangelio según Juan. Tres de ellas tienen que ver con su familia que le decían “tienes que hacerte conocer públicamente” como su madre lo hizo aquí. Las otras dos describen a las autoridades que no pudieron arrestarlo luego que Él dijo algo que no les había gustado.
Comparando Daniel 9:25 y Lucas 19:41-44 podemos ver que había un día específico en el tiempo en el cual Jesús se manifestaría sin dejar lugar a dudas, revelándose a Sí mismo como el Mesías de Israel. Hasta ese día, el cual llamamos Domingo de Ramos, Él no animó ese tipo de pensamiento, y sus enemigos no podían actuar preventivamente.
Como mi comentario sobre Juan 2 muestra, al transformar el agua en vino Jesús estaba de hecho descubriendo Su identidad, y los discípulos entendieron eso.
Yo creo que la madre del Señor estaba presionando el asunto pues después de todo, ella era un ser humano y tenía todo derecho de ser una madre orgullosa, de una manera gentil pero fuera de tiempo.
Los hermanos del Señor, por otro lado, se burlaron de Él en Juan 7:1-8 en cumplimiento del Salmo 69:7-8. Ninguno de ellos fue creyente sino hasta después de la resurrección.