El mismo, ayer, hoy, y siempre

Q

Viernes 20 de octubre de 2023

P: Yo he leído muchas veces… “Yo soy el mismo ayer, hoy y mañana.” Recientemente he estado escarbando en el Nuevo Testamento y me encontré con Nahúm y luego Habacuc. Es difícil entender la cita anterior acerca de “Yo soy el mismo…” y aplicarla a algunos de los libros del Antiguo Testamento cuando hablan de un Dios que no perdona y que está lleno de ira. ¿Me podría dar alguna luz sobre eso? Para una persona joven, parece que leemos dos versiones completamente diferentes de Dios en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento. Me doy cuenta que ese no es el caso porque Dios no se contradice a Sí mismo, así que estoy trabajando para poderlo entender.

A

R: Si usted está pensando en Hebreos 13:8 el pasaje realmente dice que Jesús es el mismo, ayer, hoy, y siempre. Pero para responder a su pregunta, la diferencia entre el Pacto Antiguo y el Nuevo es la cruz. Pablo lo explicó en Colosenses 1:19-20 diciendo en efecto que debido a la muerte del Señor se resolvió el problema del pecado, Dios pudo reconciliarse a Sí mismo con todas las cosas e hizo la paz con Su creación.

Así que no es Dios el que ha cambiado. Él todavía nos exige a todos nosotros que vivamos una vida sin pecado. Nosotros los que creemos que la muerte del Señor pagó totalmente el castigo debido a nuestros pecados nos beneficiamos por no ser responsabilizados nosotros mismos por ese castigo. Dios se beneficia al vernos como si nunca hubiéramos pecado del todo.