Miércoles 13 de noviembre de 2019
P: ¿Podría usted explicar Santiago 2:19 en relación con la salvación y las obras? He oído que muchas personas usan este versículo para decir, “ven, solamente creer no es suficiente para la salvación porque los demonios creen y no son salvos”. Esas personas dicen que los frutos de uno son una indicación de sus “obras”. ¿Lo podría poner en la perspectiva correcta?
R: Santiago 2:19 dice, “Tú crees que Dios es uno, y haces bien. ¡Pues también los demonios lo creen, y tiemblan!”
Una lectura simple de este pasaje nos dice la historia. Los demonios creen que hay un Dios porque ellos lo han visto. Los judíos también creen que hay un Dios, y también lo hacen las denominaciones liberales que enseñan que uno no tiene que nacer de nuevo para ser salvo.
Pero el creer que hay un Dios no es suficiente para la salvación. Se necesita creer que Él envió a Su Hijo a morir por nosotros, y que la muerte del Hijo compró el perdón de nuestros pecados lo cual permite que Dios nos otorgue la vida eterna. La resurrección del Hijo es una prueba de que nosotros seremos resucitados también.
Dios no envió a Su Hijo para salvar a los demonios, por eso todo lo que ellos pueden esperar es juicio. Por eso es que tiemblan.
Las personas que dicen que tenemos que generar buenas obras para “probar” que somos salvos están malinterpretando este versículo. La verdadera fe va a manifestar las buenas obras de una forma u otra, pero Jesús dijo que la única obra que Dios requiere para la salvación es creer en Aquel que Él envió (Juan 6:28-29), y la Biblia es clara de que nuestra salvación se basa únicamente en nuestra fe. Juan 1:12-13, Juan 3:16, Juan 5:24, Juan 6:40 son unos pocos de muchos ejemplos.