Martes 1 de noviembre de 2022
P: Sé y estoy de acuerdo en que no debemos juzgar a los demás, pero ¿qué debemos hacer cuando las personas no creen que sus acciones son pecaminosas, cuando han aceptado las mentiras de Satanás? ¿No debemos instruirlos adecuadamente acerca de los mandamientos de Dios? Jesús nos dijo que amemos a nuestro prójimo. ¿Podemos dejarlos ir al infierno? Yo creo que no. Intento enseñarles la verdad sin juzgar sus acciones. Creo que la diferencia es si uno está motivado por la ira o el amor. Si es por enojo, probablemente uno está juzgando.
R: Como consultor de negocios, trabajé con muchas compañías para ayudarlas a mejorar su servicio al cliente. Al principio de mi carrera cuando personalmente recibía un servicio deficiente, le enviaba al presidente de esa compañía un folleto sobre mis servicios e incluí testimonios de mejoras documentadas de clientes anteriores. Luego seguía con una llamada telefónica que pedía la oportunidad de seguir discutiendo el tema. Nunca recibí una respuesta positiva, así que dejé de hacerlo. Aprendí que la crítica constructiva solo produce cambios cuando la otra parte lo ha pedido.
Creo que esto es de lo que Pablo estaba hablando cuando escribió que mostramos desdén por las riquezas de la bondad, la tolerancia y la paciencia de Dios cuando no nos damos cuenta de que es Su bondad lo que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:3-4). Jesús no fue a la cruz para lo que las personas malas se volvieran buenas. Fue a la cruz para que los muertos pudieran vivir de nuevo. Esa es Su bondad trabajando, y eso es lo que deberíamos decirle a la gente.