Viernes 15 de marzo de 2024
P: En el artículo, ¿Me castigará Dios por orarle a Jesús?, usted dice que Dios es el mismo que Jesús. Siempre me ha costado entender la trinidad. Escuché a alguien decir que es como el agua … El agua puede tener tres formas, líquido, vapor y hielo. Todos son diferentes, pero todos son agua. Lo mismo es cierto para Dios. Él tiene tres formas, Él mismo, el Espíritu Santo y Jesús. ¿Diría usted que este es un buen ejemplo de la trinidad de Dios?
¿Por qué debemos orarle a Dios y pedir “en el nombre de Jesucristo?” ¿Es esto simplemente para reconocer lo que Jesús (Dios) hizo por nosotros y que confiamos en ello?
R: Todos tenemos problemas para entender la Trinidad porque supera nuestra capacidad intelectual. Como seres humanos, existimos en algo que se llama el continuo espacio/tiempo. Eso significa que estamos sujetos a ciertas leyes, una de las cuales es que solo una entidad puede ocupar un lugar determinado en un momento dado. Es todo lo que sabemos. Entonces, ¿cómo pueden Dios, Jesús y el Espíritu Santo ser uno, pero tres? ¿Todos en el mismo lugar al mismo tiempo en un instante, tres lugares muy diferentes en el siguiente y luego de nuevo a uno? Se hablan el uno al otro y, sin embargo, son el uno y el otro. Está más allá de nuestra comprensión.
Decir que la Trinidad es como las 3 formas del agua o como las tres partes de un huevo realmente no ayuda porque el agua no puede tener las tres partes a la vez (al menos no por mucho tiempo), y el huevo, una vez separado, no puede volver nunca a ser uno.
Y, sin embargo, la Biblia dice que Dios es así. Cómo esto puede ser nunca se explica, por lo que no se nos pide que lo entendamos. Solo se nos pide que lo creamos.
Por cierto, lo mismo ocurre con varias cosas que usamos todos los días y damos por sentado. Por ejemplo, nadie puede explicar completamente cómo funciona la gravedad, la electricidad o el motor de nuestro automóvil. Pero los usamos de cualquier manera, aunque no los entendamos.
En cuanto a la oración, no estamos obligados a orarle solo a Dios, pero Jesús nos dijo que todo lo que pedimos en Su nombre nos sería dado (Juan 14:13).