¿Fue Abraham justificado por fe o por obras?

Q

Jueves 19 de octubre de 2023

P: Estoy estudiando el libro de Santiago en un pequeño grupo de estudio. Yo entiendo y creo que somos salvos solamente por fe por la gracia de Dios. También entiendo que Santiago nos está diciendo que la verdadera creencia y fe en la obra terminada de Jesús en la cruz producirá buenas obras. Esta es mi pregunta: Santiago 2:21 dice, “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar?”

Yo diría que no. Él fue considerado justo por Dios porque él confió en Dios y el hecho de que él ofreció a su propio hijo fue la prueba (o evidencia) de esa fe, pero eso no fue lo que lo salvó. Santiago al buscar demostrar que esa fe produce obras es lo que es confuso para mí cuando él pone la carreta antes del caballo en su redacción, y quizás parcialmente eso se deba a que usted recibe preguntas una y otra vez acerca de las obras que puedan salvarnos. ¿Me podría aclarar eso? Ya que creo que la Biblia es la palabra inspirada de Dios y que está viva. Siempre agradeciéndole su trabajo y a Dios por permitírselo.

A

R: Los dos versículos que parecen estar en conflicto son Romanos 4:3 en donde Pablo dijo que Abraham creyó y eso le fue contado por justicia y Santiago 2:21 que dice que Abraham fue considerado justo por lo que hizo.

Los dos pasajes aparentemente contradictorios quedan reconciliados en Hebreos 11:17-19. Allí leemos, Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir.

La fe de Abraham era tan fuerte que él estuvo de acuerdo en matar a Isaac, a pesar de que él sabía que las promesas que Dios le había hecho estaban supuestas a realizarse en Isaac. Él creyó que Dios, que podía levantar de los muertos, levantaría a Isaac si eso es lo que era necesario para mantener su fe.

Fue su fe la que lo impulsó a obedecer y esa fe demostró ser obvia por sus acciones. No hay ningún conflicto entre esas dos afirmaciones. Santiago estaba escribiéndoles a personas creyentes y su punto era que la verdadera fe siempre daría como resultado la acción. Un amigo mí acostumbraba decir, “Si lo que dices que crees no resulta en una acción entonces es de dudar que tú realmente lo crees.”