¿Gobernando sobre qué?

Q

Viernes 18 de febrero de 2022

P: Nuestra recompensa cuando lleguemos al cielo es gobernar y reinar. Mi pregunta es, ¿gobernar y reinar sobre qué? Las únicas personas allí son las que “pasaron la prueba” y recibieron las recompensas del cielo. No es como si necesitaran a alguien que los guarde de no robar un banco o robarse el asfalto. Yo mismo no me sentiría cómodo gobernando sobre personas cristianas o poniéndome por encima de alguien más. ¿Qué me hace falta aquí?

A

R: Lo que le hace falta es algún detalle acerca del Milenio. Por ejemplo, a pesar de que al principio todas las personas que estarán gobernando serán creyentes, aún tendrán una naturaleza pecadora, incapaces de mantenerse sin pecar. Piense acerca de la Iglesia hoy en día, la cual está en el mismo estado. ¿Cree usted que podremos gobernarnos a nosotros mismos sin un sistema de leyes y personas que las hagan cumplir? Y para complicar las cosas los descendientes de esas personas tendrán la oportunidad de elegir el aceptar al Señor de la misma manera como lo hemos hecho nosotros aquí. Algunos de ellos lo harán pero otro no, igual a como lo es en las familias cristianas de hoy. En unas pocas generaciones habrá una creciente población de incrédulos otra vez. ¿Quién va a gobernar su comportamiento?

Y le guste o no usted estará por encima de los creyentes de la tierra porque usted será inmortal en su cuerpo resucitado y glorificado con toda su capacidad sobrenatural, mientras que esas personas aún serán unas mortales pecadoras terrenales.

Y no piense que Satanás al estar atado eso significa que todas las personas serán buenas. Tan pronto como lo sueltan él rápidamente podrá reclutar un poderoso ejército. Apocalipsis 20:8 nos dice que serán en número como la arena del mar. Esto nos dice mucho que una gran cantidad de personas estarían esperándolo para que retorne y las dirija en contra del Señor.

Con frecuencia recibo cartas de personas que dicen que no les gusta eso o lo otro del milenio, pero se les olvida un par de cosas. Una, no seremos nada de lo que ahora somos por eso es que realmente no hay manera de predecir cómo seremos o cómo no seremos, y dos, para la Iglesia el milenio será un tiempo de gozo y plenitud para nosotros como ningún otro ser humano lo ha tenido o lo tendrá jamás.

Yo le sugiero que espere y vea cómo las cosas van desarrollándose en vez de decidir por adelantado lo que no le va a gustar.