Jesus dijo que esos 18 trabajadores no eran mas pecadores que cualquier otra persona en Jerusalen. Pero murieron sin previo aviso, y a menos que fueran salvos, sus oportunidades de recibir la salvacion habian terminado abruptamente.
Luego El dijo, «Y si ustedes no se arrepienten, tambien moriran como ellos» (Lucas 13:5). Su punto era que lo mismo nos puede suceder a cualquiera de nosotros, asi que a menos que cambiemos nuestra manera de pensar y admitimos que somos personas pecadoras que necesitamos un Salvador, tambien pereceremos.
Nunca podremos saber que es lo que el dia de manana trae. Si usted no esta seguro o segura de su destino eterno, le animo a hacerlo ahora mismo. Pablo dijo, «En el momento oportuno te escuche; en el dia de salvacion te ayude» (2 Corintios 6:2). Manana puede ser demasiado tarde, porque ninguna persona tiene la garantia de tener un manana.
Jesus hizo todo lo que pudo para hacer que usted tuviera un lugar en Su reino, aun muriendo en lugar suyo para que usted no tuviera que hacerlo. Pero hay algo que El no puede hacer. El no puede hacer que usted le pida que le salve.
El dijo, «Pidan, y se les dara, busquen, y encontraran, llamen, y se les abrira. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre» (Mateo 7:7-8). El precio de la admision suya a Su Reino ya ha sido pagado en su totalidad. Lo que queda por hacer es que usted pida ser admitido, y admitida.