Miércoles 12 de agosto de 2020
P: ¿En qué momento el pecado hace raíz en una persona? Yo quedo prensado en el tráfico e inmediatamente me disgusto pero rehúso pensar negativamente contra el otro conductor. O veo a una muchacha bonita y pienso en mis días carnales y lo que haría entonces, pero me detengo y rehúso seguir pensando en ello. O veo un comercial de cerveza y de nuevo pienso en los viejos buenos tiempos cuando me emborrachaba pero me detengo y cambio de canal. Estas cosas me vienen a la mente todo el día y honestamente conforme el día fenece y estoy cansado tiendo a pensar en esas cosas un poco más, pero de nuevo me detengo. ¿Tengo que arrepentirme cada vez que esos pensamientos se cruzan en mi mente?
R: Yo creo que Mateo 5:28 y Santiago 1:14-15 nos dicen que tan pronto detectamos en nosotros un deseo para cometer cualquier pecado con el estamos siendo confrontados, hemos empezado a pecar, a pesar de que no tener la intención de llevarlo a cabo. El deseo en sí es un pecado.
Pero arrepentirse significa cambiar nuestra manera de pensar. Si nosotros ya sabemos que algo es pecado y nos hemos arrepentido de eso, es porque hubo un tiempo cuando pensábamos que eso no era así. En ese caso, todo lo que queda es confesarlo y ser uno perdonado (1 Juan 1:9).
A propósito, no es pecado tomar una cerveza. Lo que es pecado es habitualmente beber en exceso. Las únicas personas que no deben tomarse la primera cerveza son las que no pueden parar hasta que están borrachas.