Martes 14 de mayo de 2024
P: ¿Me podría informar algo sobre un hombre llamado Jabes en 1 Crónicas 4:9-10?
R: Jabes únicamente es mencionado en 1 Crónicas 4:9-10 y si su oración no se hubiera convertido en un libro de mayores ventas (best seller) el cual es una apelación a nuestro deseo auto centrista para obtener riqueza, el 99,9% de nosotros nunca habría oído de él.
Su nombre se deriva de una palabra hebrea que significa dolor, y él oró, “¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe!” Y Dios le otorgó lo que pidió.
Un escritor cristiano afirmó que esta oración es una fórmula que le produce resultados similares a cualquier persona que la pronuncia. Aparentemente sí funciona, o por lo menos lo hizo para el autor. De ese libro se vendieron más de un millón de copias en un solo mes, y toda una serie de libros relacionados se han publicado desde entonces.
La única fórmula segura que la Biblia contiene para la prosperidad la dio Pablo en 2 Corintios 6:7-11 la cual se ignora principalmente debido a los conflictos con nuestro auto centrismo. En ese pasaje Pablo explica que el propósito de la prosperidad es para que seamos generosos. La mejor forma de asegurarla es a través de la práctica sostenida de dar alegre y generosamente.