Miércoles 26 de febrero de 2020
P: Estaba leyendo a Santiago y me encontré con Santiago 4:4. A mí se me enseñó que está bien tener posesiones y pasatiempos, mientras que estos no se conviertan en el centro de mi vida y se interpongan entre mí y el Señor. Pero después de leer estos versículos, he encontrado que todo lo que hago para divertirme me desconcierta un poco. Yo sé que en todo debo actuar para el Señor, pero si solamente estoy jugando un deporte o viendo una película, lo encuentro difícil de conectarlo con Dios de alguna forma; parece imposible poder hacerlo. Yo espero su respetada opinión sobre este asunto.
R: Santiago 4:4 dice, “¡Oh almas adúlteras! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.”
Yo creo que su interpretación está más allá de la intención de este versículo. El significado no es que todo pensamiento tiene que estar orientado hacia Dios o de otra manera somos Sus enemigos. Simplemente significa que debemos vivir nuestra vida según los principios bíblicos, y hacer que Su voluntad sea nuestra preocupación principal, en vez de estar deseando las cosas de este mundo. Hay amplio lugar en la vida cristiana para participar en deportes o ver películas u otras actividades parecidas. Recuerde, Jesús dijo, “He venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Juan 10:10).