Orando con enojo

Q

Viernes 25 de noviembre de 2022

P: Mi hermana solía ser una persona cristiana muy fuerte. Desde que se divorció se apartó de la iglesia junto con sus hijos. También se está apartando de la familia. Yo oro por ella todo el tiempo pero pienso si Dios escucha mis oraciones debido a lo enojado que estoy con ella. Estoy cansado de ver cómo maltrata a la familia y a sus hijos mientras le da la espalda a Dios. ¿Cómo puedo orar por ella de una forma que glorifique a Dios cuando veo que no puedo controlar mi enojo hacia ella?

A

R: Usted no puede orar efectivamente por su hermana mientras usted esté enojado con ella. En Mateo 6:15 Jesús dijo que a menos que perdonáramos a quienes nos han lastimado, nuestro Padre que está en el Cielo no nos perdonará a nosotros. Eso no significa que Él va a revocar nuestra salvación, la cual quedó garantizada para toda la eternidad en el momento en que creímos (Efesios 1:13-14). Significa que nuestro fracaso en no perdonar a otros establece un asunto sin resolver entre Dios y nosotros e interrumpe nuestra comunión con Él en el aquí y en el ahora. Entre otras cosas, eso puede estorbar sus oraciones.

Eso se explica en la parábola del siervo malvado (Mateo 18:21-35) la cual usted debería estudiar con cuidado. En la parábola el Rey representa a Jesús y Sus siervos nos representan a nosotros. El estar fuera de comunión queda representado al ser entregado al carcelero. A un siervo se le ha perdonado una gran deuda, pero rehusó perdonarle a un consiervo una pequeña deuda. El Rey le preguntó, “¿No debías tú tener misericordia de tu consiervo, como yo la tuve de ti?

El Señor nos ha perdonado todos los pecados que hemos cometido y cometeremos en contra de Él porque se lo pedimos (Colosenses 2:13-14). A cambio, Él espera que nosotros perdonemos a otras personas cuando pecan en contra de nosotros. Usted ahora debe tomar la decisión de perdonar a su hermana como el Señor lo perdonó a usted. Al mismo tiempo pídale perdón por haber estado enojado con su hermana. Haga eso toda vez que su enojo vuelve hasta que usted sienta paz al respecto. Eso restaurará su comunión con el Señor (1 Juan1:9). Entonces usted se volverá un efectivo guerrero de oración en favor de su hermana.