Pero la importancia de la parabola en lo que a OSAS concierne es que aun cuando el estaba viviendo su vida de pecado, el prodigo nunca dejo de ser hijo de su padre. Es un argumento en contra de la nocion de que las personas creyentes pueden alejarse de su conexion con Dios. Cuando nacemos de nuevo, literalmente nos convertimos en hijos de Dios (Juan 1:12-13). En ese momento Dios nos adopta en Su familia en el mismo sentido como un padre terrenal adopta a un hijo. Es una transaccion legalmente vinculante que no puede reversarse y que nos da el derecho completo de ser hijos. Esto lo demuestra Pablo de que no solamente somos Sus hijos sino tambien Sus herederos (Galatas 4:4-7). Solamente los hijos legitimos pueden ser herederos del patrimonio del padre.
El hijo prodigo paso por un periodo de rebelion y dejo la casa de su padre, pero no hubo nada que pudiera hacer para romper su conexion con su padre. El no podia dejar de ser el hijo de su padre. Una vez que hemos nacido de nuevo la misma restriccion aplica a nosotros. En 2 Corintios 1:21-22 Pablo escribio que Dios ha puesto Su sello de propiedad en nosotros y tambien ha puesto Su Espiritu como un deposito que garantiza eso.