Lunes 18 de marzo de 2024
P: ¡Hola! Gracias por su sitio web y sus perspectivas sobre las cosas.
¿Me puede por favor decir qué piensa de 1 Juan 5:16-17? ¿Qué piensa usted qué es ese pecado, el que lleva a la muerte eterna? Y ¿está él implicando que no debemos molestarnos en orar por un hermano o hermana que está cometiendo ese pecado “imperdonable”?
R: Esa carta de Juan fue escrita como advertencia contra el gnosticismo, una enseñanza falsa que niega la doctrina de la salvación por gracia y sostiene que una persona solamente puede salvarse por medo de la adquisición del conocimiento secreto. Este pecado al que Juan se refiere, que lleva a la muerte, es el pecado de rechazar el regalo de la gracia del Señor en favor del gnosticismo. Nosotros podemos (y debemos) orar para que una persona que no es salva se arrepienta y sea creyente, pero no podemos orar que el Señor perdone a alguien que lo ha rechazado porque el mismo acto de rechazo coloca a esa persona fuera del perdón del Señor.
Puesto que Juan está hablando acerca de orar por un hermano o hermana, él nos está advirtiendo que cuando veamos a una persona creyente pecar, en lugar de condenarla, como es nuestra tendencia natural, debemos pedirle al Señor que la perdone. En el versículo 18 Juan aclara que una persona nacida de Dios no cometerá ese pecado de rechazo porque el mismo Señor la protegerá para no cometerlo. Esa es otra de las muchas confirmaciones bíblicas de que una vez que hemos llegado al Señor, Él asume la responsabilidad de mantenernos en nuestra fe.