Viernes 1 de diciembre de 2023
P: En uno de sus comentarios a los Salmos usted escribió lo siguiente acerca de los judíos: “Mucho de esto vendrá cuando se den cuenta de que Dios acaba de intervenir en la batalla cuando estaban al borde de ser derrotados y les dio una sonora victoria.” Mi primera pregunta es: ¿Esta afirmación puede ser una verdad y una realidad en la vida de una persona creyente cristiana también? Es decir, cuando enfrentamos problemas aparentemente insolubles, dificultades y privaciones. Y ¿Qué podemos hacer? ¿Solamente pidiéndole al Señor que intervenga en la manera mencionada es suficiente o existen más condiciones?
R: En el comentario del Salmo, yo me estaba refiriendo a la intervención del Señor en la batalla de Ezequiel 38. El pueblo judío no le pedirá a Él ayuda. Él intervendrá para hacerles ver Su presencia.
Dios ha intervenido a mi favor en muchas ocasiones. Algunas veces ha sido después que se lo he pedido, y otras Él ha intervenido por Su propia cuenta. Yo sé que Él me ha librado de lesiones severas varias veces, a pesar de no habérselo pedido. Ese es uno de los muchos beneficios de tener una relación con Él. Si usted se pone a pensar si Él alguna vez ha intervenido para ayudarlo, pregúntele que le revele algunos ejemplos cuando Él lo ha hecho. Usted quedará sorprendido. Y por supuesto, toda persona creyente tiene el derecho de pedirle ayuda a Dios, y esperar una respuesta, cada vez que surge la necesidad de hacerlo. Después de todo, somos Sus hijos e hijas.