Lunes 15 de junio de 2020
P: Además de Jabes (1 Crónicas 4:9-10) ¿me puede dar una evidencia de las Escrituras de alguien más en la Palabra pidiéndole a Dios prosperidad financiera? ¿No es Dios el que elige bendecirnos mientras permanezcamos en Él y busquemos Su Reino y Su justicia? Yo creo que la prosperidad es un resultado o beneficio de una relación con Dios y no el centro de la misma. Yo creo que Dios quiere que nosotros le pidamos un corazón humilde. Mire al Rey Salomón. ¡Él pidió sabiduría! Cada vez que vemos que alguna persona es bendecida es debido a que Dios le dio la bendición por Su amor, no debido a que la persona bendecida la pidió.
R: Jesús dijo que busquemos primeramente Su Reino y Su justicia y todo lo que necesitamos nos será dado también (Mateo 6:33). Él también dijo que Él vino para que tuviéramos una vida abundante (Juan 10:10).
Los estadounidenses son especialmente ingenuos acerca del llamado evangelio de la prosperidad porque creemos que lo merecemos a pesar de no estar haciendo lo que nos corresponde, lo cual es buscar Su Reino y Su justicia. También perdemos el punto de que la Biblia nos promete prosperidad para que a la vez nosotros podamos ser generosos (2 Corintios 9:11), no para que acumulemos cajones llenos de juguetes y vivamos vidas carnales de consumo ostentoso.
Jesús dijo, “Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante. Porque con la misma medida con que ustedes midan, serán medidos” (Lucas 6:38). Muchas personas cristianas estarían mucho mejor si le prestaran más atención a la parte que nos corresponde en esa ecuación en vez de estar esperando que sólo el Señor haga Su parte.