Jueves 22 de diciembre de 2022
P: Los incrédulos han dicho que nuestro Señor nunca fue seriamente desafiado en sus juicios terrenales. Los mismos fueron en respuesta a alguna forma de trampa por el Templo. Por ejemplo, las Escrituras nunca informan que Él se enfrentó con el problema de curar una amputación. Aunque pudo haberlo hecho, no hay indicios de que se le haya pedido que lo hiciera. Eso parece un poco extraño. ¿Cuál es la respuesta a los incrédulos en este asunto? ¿Cuál es la respuesta a los creyentes?
R: Yo no le presto atención a lo que dicen los incrédulos sobre el Señor. 1 Corintios 2:14 dice que el ser humano sin el Espíritu no puede entender las cosas que vienen del Espíritu de Dios. Y 2 Corintios 4:4 dice que el dios de esta era (Satanás) ha cegado sus mentes. Hablar con ellos acerca de Jesús es como tratar de tener una conversación con una persona que no puede entender el idioma que usted habla.
Al leer los Evangelios, podemos ver que los líderes religiosos de la época fueron implacables en sus esfuerzos por encontrar algún error en Su enseñanza. Grupos que de otro modo eran enemigos acérrimos se unieron en este esfuerzo, tratando de encontrar una manera de desacreditarlo. Todo lo que usted tiene que hacer es leer Juan 8:12-59 para ver un ejemplo de ello.
La Ley requería que un cordero pascual fuera inspeccionado minuciosamente durante los tres días anteriores a la Pascua y en el tiempo entre el Domingo de Ramos y la crucifixión, Jesús fue inspeccionado cuidadosamente. Mateo 22:46 dice que se defendió tan convincentemente que, finalmente, nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
En cuanto a las personas curadas de alguna amputación, este es uno de los favoritos de las personas incrédulas porque saben que no hay una explicación específica de que Él lo haya hecho. Lo que no entienden es que de los miles de milagros de curación que Jesús realizó, solo 21 se describen en detalle. Sabemos que hubo muchos más porque algunas variaciones de la frase “Él iba entre la gente curando a todos sus enfermos” ocurren nueve veces en los Evangelios. Estos 21 milagros no fueron elegidos solo para describir el poder del Señor para curar sino también para enseñarnos algo sobre Su naturaleza. Si la restauración de la extremidad de un amputado hubiera servido como una mejor herramienta de enseñanza, el Espíritu Santo hubiera incluido tal milagro entre los 21.
¿Qué punto están tratando de hacer estos burladores? ¿Son lo suficientemente tontos como para creer que restaurar una extremidad amputada está más allá de Su capacidad? ¿O creen ellos que nosotros lo creemos así? Debatir con ellos sobre cosas como estas es un ejercicio inútil.