Miércoles 6 de diciembre de 2023
P: Ref.: ¿Debe Dios elegirnos? ¿Podría explicar estos dos versículos? Isaías 55:6 dice, “Busquen al Señor mientras puede ser hallado, llámenle en tanto que está cercano” y Juan 6:44 dice, “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.” Parece que se contradicen entre sí.
R: Isaías 55 es principalmente un llamado al pueblo judío para que le respondiera a Dios. Recuerde, Él tenía una relación de pacto con ellos, habiéndoles prometido tomarlos como Su pueblo y ser su Dios (Éxodo 6:7). Debido a ello cualquiera de ellos que viniera a Dios sería aceptado. Mientras que Isaías 55 sostiene la promesa de un pacto eterno, y el versículo 7 muestra que ese llamado fue a una relación de Antiguo Pacto. En Isaías 56:1-8 el llamado se extiende a los extranjeros que también guardaban Su pacto.
En Juan 6:44 Jesús estaba explicando que en lo sucesivo el guardar el Antiguo Pacto no era suficiente para que ellos calificaran para tener una relación con Dios. El procedimiento que encontramos en Romanos 8:20-30 se aplicaría tanto a judíos como a gentiles. Dios conocía de antemano quiénes entre toda la humanidad elegirían aceptar la muerte de Su Hijo como pago por sus pecados. Sus nombres habrían sido escritos en el Libro de la Vida del Cordero antes de la fundación del mundo. Aquellos que Él conoció, Él predestinó (señaló) a un lugar en Su Reino. En algún momento en la vida de esas personas Él las llamaría, y eso es a lo que Jesús se estaba refiriendo. Cuando respondían al llamado, como Él sabía que lo harían, Él las justificaba (las consideraba como inocentes) por medio de la Sangre de Jesús, y en rapto/resurrección Él las glorificará cuando tomen su lugar en el Reino.
Mateo 7:7-8, Juan 3:16, Juan 6:38-40, Romanos 10:9, 13, y otros, claramente explican que la elección para ser salvos es de uno. Estas promesas hechas generales a toda la humanidad son las que Isaías 55 hizo específicas para los judíos. Cumplen su promesa en el Nuevo Pacto también en que la única condición que contienen es la fe.