Miércoles 3 de mayo de 2023
P: Tengo una pregunta complicada, pero nunca usted me ha visto que esté equivocado.
Soy una persona normal y cotidiana que creció en la iglesia, escuché que yo era un pecador (y también sabía que lo era) y que necesitaba un Salvador y que Jesucristo murió, fue sepultado y resucitado para poder ser salvo, y lo acepté a Él cuando yo era un adolescente, basado en eso. Muy simple
Ahora, como adulto, conozco muy bien la Palabra y, siendo un ávido lector, estoy muy interesado en lo espiritual. Pero ahora tengo más preguntas que nunca. Nunca tomé un curso de teología ni leí a los Padres de la Iglesia hasta ayer, cuando hice un pequeño curso de teología en línea.
¡Guau! Supongo que puedo resumir mi pregunta como esta. ¿Puede una persona normal que lee la Palabra ser salva con seguridad? No se puede negar que la Palabra usa palabras como los elegidos, predestinados, conocedores, perseverantes. ¿No puede uno ser salvo simplemente creyendo en Jesucristo tal como Él dice que uno lo haga? El libro de Juan está lleno de la palabra creer. Estoy descubriendo que mi fe simple no es tan simple después de todo.
R: La teología es un curso de estudio desarrollado por personas, lo que lo convierte en un esfuerzo defectuoso, en el mejor de los casos. No es necesaria para la salvación. De hecho, como usted lo ha experimentado, demasiada teología a menudo alejará a una persona de las simples verdades de la Biblia. Los fariseos y saduceos del tiempo del Señor son buenos ejemplos bíblicos de personas bien intencionadas que tomaron el estudio de la teología demasiado lejos y perdieron su fe en el proceso. Muchos de los seminarios y universidades de hoy cuentan con teólogos cuyas creencias serían irreconocibles para el estudiante promedio de las Escrituras.
Yo no le recomendaría tomar un curso de teología a nadie cuya fe no esté tan bien fundamentada como para que nada pueda sacudirla, y solo si fuera absolutamente necesario para fines profesionales. Según un artículo que leí, Billy Graham sentía lo mismo. Una vez rechazó la oportunidad de completar su educación con un doctorado en teología, a pesar de que hubiera elevado su credibilidad entre las personas educadas, por temor a que eso dañara su fe.
La Biblia no fue escrita de tal manera que requiera una educación avanzada para entenderla. Juan 3:16, Romanos 10:9, Efesios 2:8-9 y otros son explicaciones simples y claras sobre lo que se necesita para ser uno salvo, y es todo lo que necesitamos.