Lunes 25 de abril de 2022
P: Leí sobre un predicador de Sudáfrica que por alguna razón no perdonaría a su esposa por algo que ella había dicho o hecho. Algún tiempo después, este predicador murió y cuando se presentó ante Dios, se le preguntó: “¿Por qué debería dejarte entrar al cielo?” Por la gracia de Dios, este predicador volvió a la vida y definitivamente cambió su actitud acerca del perdón. Esta es una historia real. Está en internet.
R: He escuchado varias versiones de esa historia, y ninguna me convence. Una de ellas incluso tiene al predicador, un creyente nacido de nuevo, destinado al infierno por su incapacidad para perdonar a su esposa.
Pero deténgase por un momento y piense en lo siguiente: Si todos nuestros pecados fueron perdonados en la cruz, como dice Colosenses 2:13-14, y si ahora somos tan justos como Dios mismo lo es, como 2 Corintios 5:21 dice, y si la muerte del Señor nos ha hecho perfectos para siempre, como dice Hebreos 10:14, y si nuestra herencia fue garantizada desde el momento en que creímos por primera vez como lo dice Efesios 1:13-14, ¿sobre qué base podría Dios negarle a una persona creyente la entrada al cielo? El hecho de que algo esté en Internet no lo hace cierto.