Las personas que no estudian la Biblia por ellas mismas sino que aceptan esta ensenanza como cierta pueden ser enganadas al creer en el concepto de gracia mas obras porque eso es atractivo a la naturaleza humana. De hecho, una definicion de la religion es que es el intento de la persona pecadora de tratar de justificarse a si misma ante un Dios Santo. Eso nos permite sentirnos bien acerca de nosotros mismos, como si estuvieramos ayudandole a Dios a salvarnos. Hemos sido ensenados que nadie obtiene algo por nada, asi que creer que nos estamos ganando lo que estamos recibiendo es importante para nuestra auto-estima.
El problema es que debido a nuestra naturaleza caida esto solamente nos puede llevar a una de dos conclusiones. Ya sea que desarrollemos un malsano sentido de orgullo espiritual, o nos volvemos esclavos del temor. (El orgullo espiritual es el sentimiento de que nuestro comportamiento es agradable a Dios y nos esta ganando una posicion favorable a Sus ojos. Siendo esclavo del temor significa que tenemos miedo de que lo que hacemos no es lo suficientemente bueno y seremos rechazados por El.) Cualquiera de estos dos resultados nos puede colocar en el camino ancho, porque la creencia subyacente de una teologia de gracia mas obras es que por si misma la muerte del Senor no fue suficiente para salvarnos o para mantenernos salvos.
Segundo, la posicion de la gracia solamente requiere que admitamos que no tenemos nada que ofrecerle a Dios, y que si El no lo hubiera hecho todo, estariamos perdidos para siempre. Esto es un golpe a nuestra naturaleza humana porque requiere que admitamos que cuando se trata de nuestra salvacion estamos sin esperanza, somos inutiles, sin valor alguno, y de ninguna utilidad a Dios. El orgullo que tienen muchas personas no les permite aceptar esta opinion por ellas mismas y eso es lo que las lleva a abrazar la posicion de gracia mas obras.
De las dos, nuestra naturaleza humana es con mucho el factor mas critico. La unica manera como la ensenanza de gracia mas obras puede prosperar se debe al atractivo que tiene en aquellas personas que no aceptan la realidad de que no tenemos nada que Dios necesita, a pesar de la clara ensenanza de la Biblia a ese respecto.
Pero cuando se manifesto la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con las personas, nos salvo, no por obras de justicia que nosotros hubieramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneracion y por la renovacion en el Espiritu Santo, el cual derramo en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniesemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna (Tito 3:4-7).