¿Quién es responsable por esto?

Q

Lunes 20 de diciembre de 2021

P: Escuché a alguien decir que Adán y Eva no podrían haber sabido que no podían confiar en la serpiente (Lucifer) en el Edén puesto que ellos no conocían el bien y el mal. Entonces, ¿fue justo para ellos poner ese tipo de tentación en el Edén con ellos? Dios tenía que saber lo que sucedería. Adán y Eva tendrían que haber sido extremadamente ingenuos y confiados. ¿Cómo podrían haber sabido de confiar solamente en Dios y no en un querubín como Lucifer? Yo no supe cómo responder a eso, y quizás usted me pueda ayudar.

A

R: Esta pregunta implica que Dios es injusto y habría colocado a Adán y Eva para que cayeran, así que yo asumo que eso lo preguntó una persona no creyente. Si es así, ya sea que el propósito de la pregunta era producirle a usted dudas sobre su fe, o, que usted no podría dar una respuesta para justificar la incredulidad de la persona que interrogaba.

Es cierto que Dios conocía por adelantado cuál sería el resultado de la interacción de ellos con la serpiente, y de hecho Él ya había concebido un remedio para su fracaso. Pero también es cierto que Dios les dijo que no comieran del “fruto prohibido” porque de hacerlo eso acarrearía su muerte. Esa fue su única regla. No importa lo ingenuos o confiados que eran, ellos sabían que comer la fruta estaba prohibido por Dios, y ellos debieron haber sabido que alguien que trataba de persuadirlos a romper Su regla no podía ser confiable. El hecho que Dios, que es justo, los castigara por su desobediencia demuestra la validez de esta valoración.

Más tarde Dios le dio a la humanidad 10 reglas, la violación de las cuales resultaría en muerte. Cada pecado cometido por la humanidad a través de la historia se puede trazar a una violación de estas 10 reglas, y un gran porcentaje de la población mundial sufrirá la muerte espiritual eterna como resultado de ello.

Los seres humanos hoy día son mucho menos ingenuos y confiados que Adán y Eva y deberían haber aprendido de la experiencia de ellos. A pesar de eso, nosotros repetimos ese error una y otra vez, y cada vez estamos más persuadidos de que Dios realmente no quiso decir lo que Él dijo. Debido a ello, muchas personas ya sea que han fracasado, o fracasarán, de tomar ventaja del remedio que Él ha proveído, y pasarán la eternidad en tormento.

Acusar a Dios de ser injusto no solamente demuestra una ignorancia de quién es Él, sino que es una receta para el desastre. Nosotros deberíamos estar más preocupados con nuestros propios fracasos, porque a diferencia de Adán y Eva, nosotros tenemos el beneficio agregado de un ejemplo con el que podemos aprender. Por consiguiente, ¿cuánto más responsables somos nosotros?