Redimiendo el tiempo

Q

Jueves 28 de septiembre de 2023

P: No hace mucho tiempo asistí a una enseñanza acerca del Tribunal de Cristo. El profesor dijo que si no estamos “redimiendo el tiempo” no es que perdemos nuestra salvación. pero no recibiremos nuestras recompensas. Él dijo que según Hebreos 10:31, era una cosa tremenda caer en manos del Dios viviente y que eso sería exactamente lo que nos sucedería si no redimimos el tiempo. Él también dijo que el Señor no enjuagaría las lágrimas de nuestros ojos sino hasta después del reino de 1000 años de Cristo. Entonces hasta ese momento sentiremos pesar por los seres amados que se perdieron por no haberles predicado el evangelio. Ese sería nuestro castigo por no redimir el tiempo como debimos haberlo hecho. ¿Es esa enseñanza correcta?

A

R: Esa interpretación realmente está jugando con el temor de las personas, pero un estudio de los versículos relevantes muestra que no hay ningún respaldo bíblico para la misma. Es cierto que algunas de nuestras “obras” serán quemadas en el fuego ante el Tribunal de Cristo (1 Corintios 3:10-15).

Pero el juicio ante el Tribunal de Cristo es durante el cual las personas creyentes recibirán sus recompensas (1 Corintios 4:5), y no donde las perdedoras reciben su castigo. Recuerde, ese juicio sucede después del Rapto, cuando todos estaremos en el Cielo en nuestro estado perfecto.

Las obras que califican para recompensa son las cosas que hemos hecho siguiendo la dirección del Señor y en Su poder. En Juan 15:5 Él nos dijo que separados de Él nada podemos hacer. Las obras que hacemos por nuestra propia iniciativa y poder son como las ramas que son cortadas y echadas en el fuego (Juan 15:6). Entonces la base para ese juicio será los motivos de nuestro corazón, y no el resultado de nuestras acciones.

La frase “redimiendo el tiempo” (o “aprovechando bien el tiempo”) se encuentra en Efesios 5:15-16. La idea es que si continuamos viviendo nuestra vida de la misma manera como lo hemos hecho siempre, el tiempo que pasemos en la Tierra como personas creyentes será desperdiciado. Pero si somos cuidadosos en la manera como vivimos y aprovechamos toda oportunidad que se nos presenta, estaremos redimiendo el tiempo que de otra manera se habría desperdiciado.

En Efesios 5:18-20 Pablo nos da algunos ejemplos de cómo hacer eso, y todos se tratan de expresar nuestra gratitud por haber sido salvados.

No se emborrachen con vino, lo cual lleva al desenfreno; más bien, llénense del Espíritu. Hablen entre ustedes con salmos, himnos y cánticos espirituales; canten y alaben al Señor con el corazón, y den siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.”

En Hebreos 10:31 el escritor se está refiriendo a las personas que “¿Y qué mayor castigo piensan ustedes que merece el que pisotea al Hijo de Dios y considera impura la sangre del pacto, en la cual fue santificado, e insulta al Espíritu de la gracia? (Hebreos 10:29).

Como es cierto a través de la carta a los Hebreos, este versículo tiene la intención de advertirles a las personas que piensan que tienen que añadirle con su propio esfuerzo a la muerte del Señor para poder ganar o mantener su salvación, pero eso no tiene nada que ver con las recompensas.

El escenario para Apocalipsis 21:4 en donde Juan dijo que el Señor va a enjugar todas las lágrimas de nuestros ojos, es el principio del Milenio, no el final, y es una promesa a la Iglesia de que el viejo orden de las cosas ha pasado ya.