Según las propias palabras del Señor

Q

Martes 6 de julio de 2021

P: Pienso sobre la redacción en 1 Tesalonicenses 4:15, “Les decimos esto como palabra del Señor: Nosotros, los que vivimos, los que habremos quedado hasta que el Señor venga…” ¿Se está refiriendo Pablo a enseñanzas en las escrituras o a una enseñanza personal que él recibió del Señor?

A

R: Algunas personas descartan el versículo 15 diciendo que Pablo se refería a una conversación que tuvo con el Señor la cual no aparece en las Escrituras. Pero yo creo que hay una respuesta mejor para eso. Recuerde, 1 Tesalonicenses fue una de las primeras comunicaciones escritas de Pablo, hecha en el año 51 d.C. Los Evangelios más tempranos acababan de escribirse. Ninguno de ellos gozaba de una amplia distribución todavía. Entonces, si Pablo se refería a la Escritura, lo cual yo creo que era el caso, tendría que ser al Antiguo Testamento.

Vea este pasaje de Isaías 26:19.21. Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despierten y canten, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos. Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación. Porque el SEÑOR sale de su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada sobre ella, y no encubrirá ya más a sus muertos.”

Observe cómo los pronombres cambian de la segunda persona cuando Dios habla a Su pueblo a la tercera persona cuando Él le habla a la gente de la Tierra. Eso significa que los dos grupos son diferentes. A los llamados “pueblo mío” se les dice de “entrar en tus aposentos” (¿los que menciona Juan 14:2-3?), porque los otros llamados “los moradores de la tierra” serán castigados por sus pecados durante un período de tiempo llamado Su Ira. ¿La parece familiar? No hay manera alguna de pensar que este pasaje se ha cumplido de manera literal en la historia. Es una profecía de los tiempos finales la cual promete la resurrección de los muertos y de esconder al pueblo de Dios mientras Su Ira se desata sobre la gente de la Tierra debido a sus pecados.