Si ya somos salvos para siempre, ¿por qué molestarnos es ser buenos?

Q Segun muchos de sus comentarios acerca de la seguridad eterna, nada puede causar que nos volvamos «no salvos». ?Entonces, cual es el sentido de una persona cristiana ofreciendose en sacrificio vivo a Dios (Romanos 12) y vivir una vida digna del Evangelio de Cristo (Filipenses 1)? Bien podemos todos aceptar a Jesus como Senor y Salvador y continuar viviendo exactamente como lo haciamos antes.

Por favor no me malinterprete, yo creo totalmente en el regalo de la salvacion y se que no hay nada que yo pueda hacer jamas que seria lo suficientemente digno para ganarla. La gratitud que siento hacia el Senor por haber muerto por mi no puedo expresarla en palabras. ?Pero que hay de las personas que no ponen su fe en accion y que continuamente viven como el mundo vive, rehusando tomar la responsabilidad de sus acciones y evitando el arrepentimiento? A un nivel personal yo he sacrificado lo que mi carne ha querido en favor a lo que el Senor querria que yo haga. ?Esta usted diciendo que no debi haberme molestado?

A Uno de los descubrimientos mas desalentadores que he hecho como un profesor de Biblia, es ver el poco esfuerzo que la iglesia invierte en ensenar los beneficios de vivir una vida agradable al Senor. De hecho algunos lideres cristianos parecen estar mas deseosos de amenazarnos con la perdida de la salvacion por no adoptar el estilo de vida cristiana, en vez de transmitir las promesas de bendicion del Senor por hacerlo.

Seguidamente le doy dos grandes razones para vivir una vida que le plazca al Senor.

1) Debido a que es la unica manera dada en las Escrituras con la que usted puede expresar su agradecimiento al Senor por haber salvado su vida y otorgado un lugar de honor para usted en Su Reino, y

2) Debido a que al vivir la vida cristiana a usted tambien se le estan prometiendo grandes bendiciones tanto aqui en la Tierra y en la eternidad. Estas incluyen escapar de la atadura de nuestro comportamiento destructivo y experimentar al gozo de la vida abundante que el Senor vino a darnos (Juan 10:10) y el recibir una corona de victoria directamente de manos del Senor ante el tribunal de Cristo (1 Corintios 9:25).

Pablo dijo que la persona cristiana que procura complacer a Dios es como el atleta que entrena para los juegos olimpicos. Ambos sacrificamos solamente la perdida de nuestro tiempo en cosas frivolas y generalmente destructivas en nuestro comportamiento en lugar de dedicarnos a una busqueda noble que nos trae una gran recompensa. Y ambos experimentamos el mismo sentido de satisfaccion cuando somos victoriosos. La diferencia es que el atleta lo hace todo para obtener una recompensa temporal, mientras que nosotros lo hacemos por una permanente (1 Corintios 9:24-27).