Q Mi esposo dijo que el habia aceptado al Senor cuando sus padres murieron hace dos anos, pero me es dificil ver sus frutos. Una de las areas es con el diezmo. Yo siento con fuerza que debo diezmar pero mi esposo esta en el borde de ser draconiano con nuestras finanzas. El pone dinero en la canasta recolectora pero yo siento muy fuerte que yo debo de estar diezmando de mi salario pero el se enfureceria si se da cuenta. Asi que ?obedezco a DIOS y a Su Palabra que habla sobre diezmar, o me someto a mi esposo «creyente»?
A Segun
1 Corintios 4:5 no debemos llegar a ninguna conclusion acerca de la condicion espiritual de otra persona basados en nuestras observaciones sobre su comportamiento. El Senor se ha reservado esas decisiones para Si mismo, puesto que El es el unico que puede ver en nuestros corazones. Una excepcion a eso concierne a los falsos profetas, cuando el Senor dijo que los reconoceriamos por sus frutos (
Mateo 7:20). Yo creo que El se estaba refiriendo principalmente al porcentaje de profecias que llegan a cumplirse. Segun
Deuteronomio 18:22 algo menos que el 100% de cumplimiento es una prueba de que esas personas son falsos profetas.
Dicho eso, yo entiendo su dilema. Usted tiene el deseo de diezmar, pero su esposo no esta de acuerdo. La instruccion mas clara sobre esto nos llega de Efesios 5:22-28 en donde Pablo enseno que las esposas deben someterse a sus esposos en todo, y los esposos deben amar a sus esposas al punto de dar su vida por ellas. En una aplicacion pareja de esta instruccion, su esposo no se opondria a su deseo de diezmar, solamente por amor a usted. Pero las instrucciones de Pablo no dan campo a la falta de adhesion de la otra parte. Las esposas deben someterse a sus esposos aun cuando ambos esten en desacuerdo, y los esposos deben amar a sus esposas aun si ellas no son sumisas.
Si su esposo no cree en diezmar usted no lo podra persuadir que este de acuerdo con usted aun haciendolo de su propio salario, entonces usted debe ceder a sus deseos. Segun 1 Pedro 3:1-7 esta es una buena forma de ganarselo a el y es de gran valor ante los ojos del Senor.