Un Estudio Bíblico por Jack Kelley
Esta promesa de juicio en contra de Israel comenzó en el capítulo 2 versículo 6, y no muestra ninguna señal de ser anulada. Ahora el Señor va a señalar a los confiados y a los orgullosos.
Amós 6
Ay De Los Confiados
¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel! Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su extensión es mayor que la vuestra, oh vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad. Duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero; gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José. Por tanto, ahora irán a la cabeza de los que van a cautividad, y se acercará el duelo de los que se entregan a los placeres (Amós 6:1-7).
Debido a nuestra naturaleza pecaminosa es que tenemos la inclinación para hacer el mal. En el momento en que bajamos la guardia, el mal comienza a penetrar lentamente en nuestras vidas. La única manera de poder prevenir esto es el permanecer en constante guardia. La complacencia, o confianza, es el mejor aliado que tiene la maldad. La complacencia hace que nuestros puntos de soporte se conviertan en fortalezas y así, muy pronto nos encontramos tolerando lo que antes nos hubiera escandalizado.
Hay un viejo dicho que dice, los bloques de construcción se pueden convertir en bloques de tropiezo. Dos de los principales bloques con los que se construye cualquier sociedad son la seguridad y la prosperidad, y el Reino del Norte gozaba de los dos. Fieles a la forma, conforme la gente se sintió más segura y más próspera, se volvieron más complacientes, tolerando cosas que antes hubieran rechazado. En el caso de ellos, era la idolatría y el maltrato a los menos afortunados. Ellos miraban sus envidiables estilos de vida como una señal de que estaban bien con Dios. Pero su tolerancia a la maldad había apresurado el Día del Juicio, y ese día había llegado.
Recientemente ha salido a luz que muchos de los actuales líderes de Israel han abrazado el punto de vista de que la era de la guerra quedó atrás. El futuro traerá ataques terroristas y levantamientos en pequeña escala, pero no el tipo de las fieras batallas que tuvieron en el pasado y que con todo éxito se pudieron defender saliendo victoriosos. Ellos creyeron que su invicta experiencia frente a las altas probabilidades de perder finalmente ha convencido a sus enemigos del disparate de atacarlos de nuevo.
Entonces, se han vuelto confiados. Ellos han destinado dinero y esfuerzo que antes gastaban en la preparación militar y lo han usado en otras cosas que han considerado más relevantes en su condición presente. Como resultado de eso ellos no estaban listos cuando los atacó Hezbolá. Habiendo derrotado rutinariamente a grandes ejércitos multinacionales en el pasado, Israel peleó para empatar con una milicia al margen de la ley. El reporte de su propio gobierno ha concluido que su confianza les costó la victoria y ha puesto en serio peligro su futuro.
En los EE.UU. la iglesia cristiana ha disfrutado durante 200 años ser la religión casi oficial de la nación. Algunos de nosotros aun recordamos cuando el nombre del Señor era invocado antes de una reunión pública, en las reuniones de las escuelas y aun en nuestros lugares de clases. Pero hace ya como 40 años que las cosas empezaron a cambiar. La libertad religiosa se convirtió en quedar libres de la religión. La oración en las escuelas fue prohibida. Se legalizó el asesinato del feto. Nuestra complacencia para reaccionar ante esas cosas ha abierto la puerta para más cosas, hasta llegar a llamar lo que antes se conocía como obscenidad pornográfica, entretenimiento público; hemos asesinado más de 40 millones de niños, los “estilos de vida alternativos” son promovidos y celebrados, la frase “valores familiares” se considera lenguaje de odio, y aun los líderes religiosos no están de acuerdo sobre los méritos de la legislación pendiente que podría hacer que el párrafo que usted acaba de leer sea considerado como una ofensa criminal.
Nuestra complacencia nos ha vuelto incapaces de responder a estos retos como un cuerpo, a pesar de que el 80% de nosotros declaramos ser cristianos, y hasta el momento no hay ni un solo candidato para las próximas elecciones que esté de acuerdo en ser nuestro vocero en un debate público.
El Señor Detesta el Orgullo de Israel
Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán. Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquél: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová.
Porque he aquí, Jehová mandará, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas. ¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? Pues he aquí, oh casa de Israel, dice Jehová Dios de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros a una nación que os oprimirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá (Amós 6:8-14).
Ya era demasiado tarde para el Reino del Norte. Su capital, Samaria, y el orgullo de Jacob, serían conquistados y destruidos. Habiendo deseado liberarse del Señor, ellos obtendrían su deseo. La sola mención de Su nombre, una vez fuente de consuelo, ahora traerá Su ira. Todo lo que el Reino del Norte había ganado en conquistas será perdido hasta que finalmente la nación entera dejará de existir, desde Hamat en el norte hasta el Arabá en el sur.
Amós 7
Langostas, Fuego y Una Plomada
Así me ha mostrado Jehová el Señor: He aquí, él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tardío; y he aquí era el heno tardío después de las siegas del rey. Y aconteció que cuando acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Se arrepintió Jehová de esto: No será, dijo Jehová.
Jehová el Señor me mostró así: He aquí, Jehová el Señor llamaba para juzgar con fuego; y consumió un gran abismo, y consumió una parte de la tierra. Y dije: Señor Jehová, cesa ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Se arrepintió Jehová de esto: No será esto tampoco, dijo Jehová el Señor.
Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados, y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam (Amós 7:1-9).
El Señor le mostró a Amós las visiones de dos castigos potenciales para Israel. Uno era una plaga de langostas que arrasarían con toda la vegetación y el otro era el fuego que devoraría toda la tierra. Amós le rogó al Señor que no ejecutara estos castigos, y el Señor los descartó.
La tercera visión de la plomada de albañil simbolizaba la inspección que un constructor hace de la exactitud de su trabajo. Al encontrar que estaba fuera de plomada, el constructor demolería el trabajo para empezarlo de nuevo. La plomada de Dios era Su justicia. Él midió el Reino del Norte y los encontró desnivelados. Pero Amós no le rogó al Señor que descartara este juicio.
Amós Y Amasías
Entonces el sacerdote Amasías de Bet-el envió a decir a Jeroboam rey de Israel: Amós se ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede sufrir todas sus palabras. Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá a espada, e Israel será llevado de su tierra en cautiverio. Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allá; y no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.
Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel. Ahora, pues, oye palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac. Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra (Amós 7:10-17).
Las profecías de Amós pasan de lo general a lo específico. El mismo rey morirá por la espada. Amasías fue la excepción a este pronunciamiento y, en general, a la intromisión de Amós en su territorio. Él sabía que Amós era del sur así que le dijo que regresará allá y se ganara la vida profetizando sobre el sur. Pero Amós no había sido contratado por nadie para ir al norte. Él hacía lo que el Señor le dijo que hiciera. Y una cosa que el Señor le ordenó hacer fue pronunciar juicio sobre Amasías y su familia. La otra fue para confirmar la desaparición de Israel.
Pero Esperen, Aun Hay Más
Hay una nota de pie de página para el capítulo 7 de Amós, pero ustedes tendrían que leer Amós en la versión de la traducción de la Septuaginta (en Griego) para verla. En lugar de cómo se lee el versículo uno anterior, en la Septuaginta se lee así: Así me ha mostrado el Señor Dios; he aquí, un enjambre de langostas vienen del este, y he aquí una langosta, el rey Gog. Esta es una de las tres menciones de Gog en las Escrituras, las cuales abarcan un lapso de tiempo de casi 3.000 años, aquí en el Siglo VIII a.C., en Ezequiel 38, y en el Siglo XXI en Apocalipsis 20 al final del Milenio.
Aparentemente los traductores de la Septuaginta entendían que Dios tenía en mente una fuerza sobrenatural para el juicio potencial que hizo que Amós previera esta visión. En su visión de Amós 7:1 Gog es identificado como el rey de las langostas. Pero Proverbios 30:27 dice que las langostas ordinarias no tienen rey, y quienes han observado los enjambres de langostas están de acuerdo en que no tienen ningún líder obvio que las dirija, como lo es una reina dirige una colmena de abejas, por ejemplo. ¿Es Gog una figura sobrenatural del campo de Satanás, el cual Dios utiliza para que lidere esas fuerzas demoníacas para traer la justicia sobre Su pueblo? El amplio lapso de tiempo que abarca sus apariciones parece apoyar este punto de vista. Y si ese es el caso, entonces podemos entender porqué Amós preferiría a Asiria en vez de un enjambre de langostas, como el agente de juicio de Dios.
Esto nos da un vistazo de otra aparición de langostas también. Me refiero a Apocalipsis 9, en donde un enjambre de langostas sube del abismo para afligir a los habitantes de la tierra que no tienen el sello de Dios en sus frentes. Estas langostas tienen un rey llamado Abadón en hebreo, o Apolión en griego. De nuevo aquí, Proverbios 30:27 nos indica que este no es un enjambre de langostas ordinarias, sino que es un agente demoníaco de juicio.
Solamente el tiempo nos dirá si esto es cierto o no, pero yo no puedo dejar de pensar que quizás Amós tuvo un vistazo de uno de los juicios de los últimos días que caerán sobre el mundo. Tendremos más la próxima vez en la conclusión de nuestro estudio de Amós. 05/05/2007.