Apocalipsis 13-14

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

La gran tribulación está por comenzar en la Tierra. El Templo pronto va a ser desolado. Cuando eso suceda, el remanente judío le prestará atención al llamado del Señor en Mateo 24:15-16 y huirá a un lugar protegido sobrenaturalmente, como lo vimos en Apocalipsis 12. Cuando lo hagan, el blanco de oportunidad para Satanás serán los llamados santos de la tribulación, quienes son los que han llegado a la fe en el Señor después del Rapto.

El primer punto en la agenda del anticristo, después que ha proclamado ser Dios y ha montado su falsa religión, será destruir este nuevo movimiento de Dios. Puesto que todas estas personas recién convertidas se encuentran dispersas por todos lados, la mejor forma de hacer eso es excluirlos de la economía, haciendo imposible que puedan ganar un salario ni comprar las cosas esenciales para poder vivir.

Cuando Satanás discutía con Dios sobre Job, le echó en cara que “él solamente te adora porque tú le has bendecido y protegido. Quítale ahora todo eso y seguramente te maldecirá” (Job 1:9-11). Ahora ya tiene a su hombre, el anticristo, para atacar a los santos de la tribulación de la misma manera. Prívelos de lo suficiente y estos nuevos convertidos se volverán atrás o morirán. De cualquier manera, él pronto los eliminará, o por lo menos así lo cree.

Apocalipsis 13

“Y el dragón se paró sobre la arena del mar” (Apocalipsis 13:1).

Habiendo sido expulsado del cielo, Satanás se para frente al mar, lo cual es un eufemismo para las naciones gentiles (Daniel 7:2), listo para hacer lo peor en el Planeta Tierra.

La Bestia que Sube del Mar

“Y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” (Apocalipsis 13:2-4).

Puesto que son las mismas bestias que encontramos en Daniel 7, y que están representadas por Babilonia (el león), Persia (el oso) y Grecia (el leopardo), por eso tiene sentido verlas aquí de la forma que verdaderamente son. El orden es inverso porque Daniel estaba mirando hacia adelante en el tiempo mientras que Juan miraba hacia atrás. Cuando Daniel vio a Roma, no la pudo comparar con ninguna bestia que había visto antes, por eso la llamó una bestia grande y terrible. Juan la muestra como un monstruo con múltiples cabezas y cuernos.

Pero el pronombre personal en la descripción que hace Juan indica que esa bestia es un rey más que un reino. Eso significa que el carisma de Alejandro Magno (el leopardo), la fuerza de Ciro de Persia (el oso) y la crueldad de Nabucodonosor (del león), se encuentran presentes en este rey. Y lo que es más, él ostenta todo el poder y autoridad de Satanás, aun para sentarse en el trono de este. Este monstruo disfrazado de hombre es el anticristo, el cual finalmente se revela en su verdadera naturaleza. Al tener el poder total (10 cuernos), la sabiduría sobrenatural (7 cabezas) y su autoridad oficialmente reconocida sobre todos (10 coronas), él está listo para transformar el mundo a su imagen, y todas aquellas personas cuyos corazones están enfocados hacia las cosas de la Tierra, simplemente amarán todo eso. Aparentemente, él ha subido al poder por medio de un frustrado intento de asesinato, el cual ha cegado su ojo derecho y ha secado su brazo derecho (Zacarías 11:17). El mundo creyó que había muerto, pero está vivo. Los rumores de su resurrección le agregan más a su áurea y fomentan más su influencia.

A propósito, observe que sale del mar, lo cual es simbólico de las naciones gentiles, y que posee las características dominantes de los tres reyes gentiles más poderosos. Juan nos puede estar diciendo que el anticristo es gentil. Y de Ezequiel 44:7-8 nos enteramos que es incircunciso. ¿Es eso una confirmación?

“También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13:5-8).

Los santos que son vencidos aquí no pueden ser la Iglesia, porque Jesús prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra ella (Mateo 16:18). En tiempos bíblicos los reyes o gobernantes de una ciudad tenían sus oficinas en una estructura grande que rodeaba las puertas principales de entrada a la ciudad. De ello podemos ver evidencia en el Libro de Rut (Rut 4:1-2) y de Ester (Ester 5:9). Las puertas llegan a simbolizar a los líderes. Es lo mismo hoy día cuando decimos, “No podemos luchar contra el Ayuntamiento.” No nos estamos refiriendo a un edificio de oficinas sino a las personas que trabajan ahí. La frase las puertas del infierno es un eufemismo para Satanás.

Habiendo consolidado su poder sobre la Tierra y congraciándose con los judíos al ayudarles a construir un Templo, el anticristo ahora marcha a la Ciudad Santa para meterse en ese Templo y declarar que él es Dios en la carne (2 Tesalonicenses 2:4), difamando el nombre de Dios, causando desolación en la Casa de Dios, y montando un ataque completo en contra del remanente de los creyentes. El alarde de Satanás de querer ser como el Altísimo (Isaías 14:14) hizo que fuera expulsado del Cielo para siempre y eso señaló el inicio de la Gran Tribulación en el cielo. Pero en la tierra las cosas son diferentes. Toda la gente en todas partes del mundo va a adorar a Satanás y al anticristo. Jesús advirtió que el remanente creyente de Israel deberá huir a los montes cuando vean que esto sucede (Mateo 24:15-16) diciendo que eso sería el comienzo de la Gran Tribulación en la Tierra (Mateo 24:21).

Una traducción más literal de Apocalipsis 13:8 sería, “y todos los moradores de la tierra lo adorarán (a la bestia), todos aquellos cuyos nombres no están escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue sacrificado”. La traducción usada en la versión de la Biblia Dios Habla Hoy, se ajusta mejor a la traducción literal del griego. Este versículo habla claramente sobre la validez de la doctrina de la Seguridad Eterna.

Si usted es salvo, Dios lo sabía desde antes que creara la Tierra. Previo a darle a Adán su primer aliento, Él miró sobre toda la vasta extensión del tiempo y vio el momento en que usted tomaría esa decisión voluntaria e independiente para servirlo a Él (Él lo sabía de antemano). Es en ese momento cuando Dios hace una reservación para usted en el Reino, jurando que nunca borrará su nombre del libro (Él predestinó). Cuando llegó el momento correcto Él le habló a su corazón, sabiendo que usted respondería (Él llamó). Y cuando usted lo hizo Él le purificó de todos sus pecados, considerándolo a usted desde ese momento en adelante, como si nunca hubiera pecado (Él justificó). Y un día, pronto, Él le dará a usted un cuerpo nuevo eterno y un lugar cerca de Él en Su Reino (Él glorificó) (Romanos 8:29-30).

En el contexto del tiempo usted tomó su propia y libre decisión para aceptar el perdón que Jesús adquirió para usted. Pero habiendo visto el fin desde el principio, Él siempre supo que usted lo haría. Durante toda su vida Él le ha estado observando, preparándole para el día en que usted tomaría esa decisión. Y desde entonces, Él le ha protegido, porque Él ha prometido que nunca perderá a nadie que se le haya dado (Juan 6:39-40). Él sabe que es el trabajo del pastor guardar a las ovejas. Y Él es el Buen Pastor.

“Si alguno tiene oído, oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos” (Apocalipsis 13:9-10).

Una vez más se nos dice que la gran tribulación no será acortada, sino que proseguirá durante todos esos tres años y medio que fueron ordenados desde antiguo. Tampoco ninguna persona, desde este momento en adelante, será milagrosamente preservada. Los juicios llegarán y seguirán su curso.

“Sé fiel hasta la muerte”, le dijo a la iglesia de Esmirna, “y yo te daré la corona de la vida” (Apocalipsis 2:10). Como fue al comienzo del cristianismo así será al final. La pena por amar a Jesús es la muerte. Permítame apresurarme a recordarle que la Era Cristiana no termina con la Iglesia. Habrá cristianos en la Tierra mucho después que la iglesia ha sido arrebatada.

La Bestia que Sube de la Tierra

 

“Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.

Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” (Apocalipsis 13:11-17).

A esta segunda bestia le llamamos el Falso Profeta. El hecho de que suba de la tierra significa que él es un hombre ordinario. Decir que sus dos cuernos son semejantes a los de un cordero pero que habla como dragón significa que él es una autoridad religiosa para aquellas personas que adoran a Satanás. Es una falsificación de la relación que Jesús (el Cordero) tenía con Su Padre (Dios). En Juan 8:28 Jesús dijo, “Nada hago por mí mismo, sino que según me enseñó el Padre, así hablo.” De la misma manera será con el falso profeta: Él hablará solamente lo que Satanás le indique que hable.

Esta bestia está al frente de la religión mundial y se asegura de que la misma esté unida en su adoración al anticristo. Levantando una gran imagen de él, utiliza el poder sobrenatural dado por Satanás para darle un semblante de vida para hacer que todas las personas la adoren bajo pena de muerte. Debido a que nadie puede decir si alguien está en verdad adorando o solamente haciendo los gestos, él diseña una prueba. Aquellas personas que son leales al anticristo y en verdad lo adoran, deberán ponerse una marca para demostrarlo. Eso no solamente probará su sinceridad, sino que les permitirá participar plenamente de las actividades principales de la vida, sin temor. El rehusarse significa que ellas son unas de esas personas que le han entregado su corazón a Jesús. Si son descubiertas, la pena por eso es la muerte. Y aun si no son descubiertas, se enfrentará a un reto casi imposible para poder mantenerse con vida.

“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis” (Apocalipsis 13:18).

Este versículo ha sido objeto de mucha especulación y de interpretaciones erróneas porque dice muy poco. Solamente dice que el número del anticristo es un número de hombre, y este número es literalmente 600 y 60 y 6, lo cual puede ser diferente de 666. No sabemos.

Lo que sí sabemos es que ambos lenguajes bíblicos (hebreo y griego) le dan un valor numérico a las letras de sus alfabetos para compensar la falta de un sistema numérico directo. Los romanos utilizaban los numerales romanos asignándole valores numéricos a unas cuantas letras, y hoy día, la mayor parte del mundo utiliza los numerales hindú-arábigos, dándole valor a unos símbolos específicos originalmente desarrollados en el Siglo II a.C., pero que no se utilizaron ampliamente sino hasta varios cientos de años después. Si (y es un gran si) los números seiscientos, sesenta, y seis, están supuestos a significar un nombre, entonces el valor numérico del nombre del anticristo probablemente tendría que igualar esa cantidad en la forma griega, siendo el idioma griego el lenguaje de Apocalipsis.

Yo no creo que tenga sentido diseñar un equivalente numérico para las letras del alfabeto en español para poder averiguar esto, porque, fuera de ciertas prácticas religiosas paganas, no existe ningún sistema de valuación para hacerlo. Nosotros siempre hemos utilizado los numerales arábigos por lo que no le hemos asignado equivalentes numéricos a las letras de nuestro alfabeto como lo hacían los hebreos, los griegos y en un menor grado los romanos.

Algunas personas creen que este número puede aplicarse a algo más que a su nombre, su fecha de nacimiento por ejemplo, o a un título de alguna clase. También puede ser un número de algún registro, como el de una tarjeta del Seguro Social, o de una Cédula de Identidad, o de cualquier otro de los números que con que se nos conoce en los distintos aspectos de nuestras vidas.

El gran calificador de este versículo es la frase, “el que tiene entendimiento”. Para mí, eso descalifica a la mayoría de nosotros de siquiera adivinar. Parece que una persona debería tener un entendimiento de la práctica de la gematría, que es el cálculo del equivalente numérico de las letras, palabras, o frases, en el griego bíblico, para poder llegar a alguna respuesta.

Daniel 12:4 nos dice que en los días del fin el conocimiento (la ciencia) aumentará. Esto significa que muy pronto alguien puede romper este código. Personalmente yo creo que esto no será sino hasta después que la iglesia desaparezca.

Apocalipsis 14

El Cordero y los 144.000

“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios” (Apocalipsis 14:1-5).

En Apocalipsis 7 vimos que tenía sentido ver los 144.000 tal y como fueron descritos… Judíos Mesiánicos de las 12 tribus de Israel, atestiguando al mundo después que la iglesia se ha ido. Ellos son el cumplimiento de la profecía de los últimos tiempos de Isaías 43:10, siendo testigos del Señor para las naciones de la Tierra durante la Semana Setenta de Daniel.

¿Quiénes Son Estas Personas?

Aquí vemos un grupo del mismo tamaño, 144.000, que se muestra en pie sobre el Monte de Sion con el nombre del Padre y del Hijo escritos en sus frentes. A ellos se les describe como habiendo sido redimidos de la tierra ante el Trono de Dios cantando un cántico nuevo, un cántico que solamente ellos podían cantar.

Hebreos 12:22-24 nos da una bella descripción de este grupo: “Sino que ustedes se han acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”. Esto fue escrito para la iglesia.

La similitud es inconfundible. Por su localización (en el cielo), su estado espiritual (justos hechos perfectos), y su dedicación tanto a Dios como a Jesús, ellos son un recordatorio de un grupo que primeramente se vio en Apocalipsis 5 y que son descritos como Reyes y Sacerdotes. Ellos cantan una nueva canción como ese grupo, siguen al Cordero a donde quiera que Él va, lo cual significa que son Sus discípulos, y que fueron adquiridos de entre los hombres (1 Corintios 6:19-20) y ofrecidos como primicias a Dios y al Cordero.

A pesar de que es tentador verlos como los originales 144.000, martirizados y en el cielo, solamente un grupo se ajusta perfectamente a esa descripción… la Iglesia. Estos 144.000 son una muestra de los redimidos, llevados al cielo en el Rapto de Apocalipsis 4:1, y presentados como las primicias de la cosecha de almas, de la misma manera que la ofrenda mecida era de las primicias de la cosecha del grano (Levítico 23:9-14). Todo el grano se segaba, pero solamente una parte era ofrecida. De la misma manera es con la Iglesia. Los 144.000 no significan que son el número completo de los creyentes que han sido raptados, sino una muestra.

En cuanto a la frase “no se contaminaron con mujeres” esta se utiliza para simbolizar la adoración a los ídolos. Puesto que la adoración pagana era sexual por naturaleza, el Señor algunas veces describe la adoración a los ídolos en términos sexuales. (Lea Ezequiel 16 & 23 si se atreve.) Estos 144.000 no habían hecho eso. En realidad fueron encontrados totalmente sin mancha, lo cual es otra evidencia de que ellos son los redimidos en el Cielo. Ninguna persona humana en la tierra está sin mancha, y tampoco existe ninguna evidencia bíblica que las personas que permanecen célibes van a recibir recompensas especiales.

Los Tres Ángeles

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo, diciendo a gran voz: Teman a Dios, y denle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adoren a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:6-7).

Observe el tremendo contraste entre la visión anterior de las cosas en el Cielo y esta advertencia de lo que está por caer sobre la Tierra. Esta es la última advertencia antes de que los temibles juicios de las copas se derramen, con los cuales se completa, no se inicia, la ira de Dios.

En Mateo 24:14 Jesús prometió que el Evangelio sería predicado a todas las naciones antes del fin de la era. Hay personas que han especulado si este ángel es en realidad la televisión por satélite, o algo parecido, pero eso no importa. Entre los primeros 144.000, que son los creyentes de la tribulación, y este ángel, Su promesa se ha mantenido.

“Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación” (Apocalipsis 14:8).

Este versículo menciona el colapso venidero de la iglesia mundial. Como veremos más adelante en Apocalipsis 17, el anticristo ha utilizado esta “iglesia” como un medio para obtener un fin. Pero ahora ha llegado el momento para que todo el mundo lo adore a él y solamente a él.

“Y el tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano, él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero; y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.

Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor.

Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen” (Apocalipsis 14:9-13).

Esta es una clara advertencia de las terribles consecuencias por adorar al anticristo y tomar su marca; este pasaje también nos da una pista de que los creyentes de la tribulación tendrán una relación diferente con el Señor a la que disfrutará la Iglesia. De igual manera los creyentes del Antiguo Testamento, estarán obligados a guardar los mandamientos de Dios y mantenerse fieles a Jesús para mantener su salvación. Todo parece indicar que no se les otorgará la seguridad eterna sino que serán responsables de demostrar su fidelidad por sus acciones. El único momento en que su trabajo estará terminado será después de su muerte. No habrá “descanso sabático” para los santos de la tribulación.

Que situación más insostenible para encontrarse en ella. Adore a Dios y muera ahora. Adore al anticristo y muera para siempre. La voz del Cielo está de acuerdo cuando pronuncia la segunda de las siete bendiciones en Apocalipsis. La primera era para todas aquellas personas que leen, escuchan y guardan en su corazón lo que está escrito en este libro (Apocalipsis 1:3). Esta es para aquellas personas que han sido martirizadas por su fe durante la gran tribulación.

La Cosecha de la Tierra

“Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada” (Apocalipsis 14:14-16).

Algunas personas quieren ver a este ángel como a Jesús por la frase “Hijo del Hombre.” Para mí el mayor argumento en contra de eso es que él está usando la corona stefanos, que es la corona del vencedor, como la que usa la Iglesia. Jesús usa una diadema, o corona de la realeza. Pero ya sea que lo fuere o no, eso no afecta nuestro entendimiento de este pasaje. A él se le ordena que empiece la fase final del juicio de la Tierra.

“Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras. Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios” (Apocalipsis 14:17-20).

Este pasaje, como el anterior a este, es un resumen, una descripción de las cosas venideras. Las personas que están siendo vendimiados son las no creyentes de la Tierra. Esto lo sabemos así porque la referencia se hace a la viña de la tierra y no a la verdadera viña. También el lagar de la ira de Dios está situado fuera de la ciudad lo que significa que son los juicios venideros de las copas de la ira de Dios, los que culminan con la Batalla de Armagedón.

Este período de tiempo también está a la vista en la Parábola de Reino del Trigo y la Cizaña, en la cual antes de que el Trigo (los hijos del Reino) ingresen al Milenio, los hijos del malo son cosechados y echados en un horno ardiendo (Mateo 13:36-45). Los Hijos del Reino se refieren a los creyentes que están vivos en la Tierra durante la Gran Tribulación.

Esto muestra hasta dónde Satanás es capaz de llegar para destruir a la humanidad con el objeto de mantener el control del Planeta Tierra. Isaías 63:1-6 nos brinda un punto de vista profético del Antiguo Testamento. Es una conversación entre Isaías y el Señor.

Isaías: ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿Éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder?

El Señor: Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.

Isaías: ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?

El Señor: He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas. Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado. Miré, y no había quien ayudara, y me maravillé que no hubiera quien sustentase; y me salvó mi brazo, y me sostuvo mi ira. Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre.

Las cosas se están desarrollando muy rápido ahora, así que Juan tiene que ir de adelante hacia atrás entre las cosas que suceden en el cielo y las que suceden en la tierra, primero presentando resúmenes y luego volviendo sobre los mismos para dar los detalles y así asegurarse de que lo hemos captado todo. El punto principal aquí es el de transmitir la extensión de la carnicería. La altura promedio de los frenos de los caballos es de 1,3 metros, y 1.600 estadios es una distancia de aproximadamente 290 kilómetros, para que usted tenga una idea de lo que se trata. Imagínese usted un río de sangre que tiene una profundidad de 1,3 metros y una distancia de 290 kilómetros para se haga una idea de ello. Si usted pudiera manejar a una velocidad de 50 kilómetros por hora, le tomaría casi seis horas recorrer esa distancia. La próxima vez tendremos los detalles de los juicios de las copas.

 

Titulo Original: Revelation 13-14

Traducido por Walter Reiche B.

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