Un Comentario por Jack Kelley
Con el aumento mundial del anti-semitismo, es interesante ver a todos los distintos grupos que afirman que ellos son el verdadero Israel y los herederos legítimos de las promesas de Dios. El primer grupo de estos, y el más grande, es la Iglesia.
La Teología del Reemplazo
Entre los cristianos existe una escuela de pensamiento llamada la Teología del Reemplazo, algunas veces llamada Supersesionismo. Este punto de vista sostiene que cuando los judíos crucificaron al Mesías, renunciaron a todas las promesas que Dios le hizo a Israel y esas promesas fueron transferidas a la Iglesia. El Nuevo Pacto sustituyó el Antiguo. Por consiguiente, los judíos ya no son el pueblo escogido de Dios, y ya Dios no tiene ningún futuro plan específico para la nación de Israel. Las muchas promesas hechas a Israel en la Biblia serán cumplidas en la Iglesia Cristiana. Por lo tanto, las profecías de las Escrituras referentes a las bendiciones y la restauración de Israel a la Tierra Prometida son “espiritualizadas” o “alegorizadas” y así reemplazadas por promesas de bendiciones de Dios para la Iglesia.
Los seguidores de las Escuelas de la Teología del Pacto y la Renovación (muchas pertenecen a las principales denominaciones cristianas), con frecuencia se suscriben a la Teología del Reemplazo también. Para ellos, el resurgimiento de Israel en la escena mundial no tiene ningún propósito y es una contradicción a sus enseñanzas. Esto explica cómo una organización como el Consejo Mundial de Iglesias sea tan anti-Israel en su punto de vista global; o cómo la Iglesia Presbiteriana de los EE.UU. pueda justificar despojarse de toda obligación financiera relacionada con Israel.
Esto también explica cómo los funcionarios gubernamentales de más alto rango de los EE.UU. pueden abrazar una política de dividir a Israel con los palestinos mientras profesan el cristianismo. A pesar de que la relación que existe entre obligar a Israel a ceder tierras bíblicas y la ocurrencia de los llamados desastres naturales, desafía toda coincidencia, ellos no le ven ninguna conexión a ese fenómeno porque han sido enseñados que la existencia de Israel hoy en día no tiene ningún significado bíblico.
La Sangre de Efraín
Luego tenemos a la Iglesia Mormona cuyos miembros afirman ser los descendientes de la tribu de Efraín (algunos incluyen también a Manasés) que escaparon de la destrucción babilónica, en barcos de velas y llegaron al continente americano. De ellos es el Templo de Dios, dicen, y en las tierras que han adquirido en Kirtland, Missouri, EE.UU., se levantará la Nueva Jerusalén. Cada mormón practicante recibe la bendición patriarcal que revela su linaje en la Casa de Israel.
Históricamente, los mormones se han referido a sí mismos como Israel, y nosotros, que no somos miembros, aun somos llamados gentiles. Cuando yo vivía en Salt Lake City e invitaba a personas como Gershom Solomon de los Fieles del Monte del Templo, y al Rabino Chaim Richman del Instituto del Templo, a nuestro ministerio para que nos enseñaran sobre el futuro Templo, yo me deleitaba con la expresión de sorpresa en sus rostros cuando les comentaba que este era el único lugar en el mundo en que los judíos eran considerados como gentiles.
Según la escatología mormona, en un momento cuando la constitución de los EE.UU. penda de un hilo, un líder mormón subirá en un caballo blanco para salvar la tierra y restaurar la paz.
La Espada del Islam
Entre los musulmanes existe un punto de vista de que ya que Ismael fue el primogénito de Abraham, él es el legítimo beneficiario del pacto de Dios con Abraham. Por consiguiente, la Tierra Prometida le pertenece a sus descendientes, y no a los descendientes de Isaac. Otros dicen que aun si la herencia pasa a través de Isaac, los actuales residentes de Israel son los descendientes de europeos convertidos al judaísmo y son hijos de gentiles, no de Isaac, y por eso no pueden reclamar la Tierra. Ya sea que sostengan alguno de estos dos puntos de vista, todos están de acuerdo en que al final de los tiempos, Jesús regresará con Mahoma y lo ayudará a limpiar la tierra de cualquier judío que haya quedado allí. Aun las piedras y los árboles dirán, “Oh musulmán, hay un judío escondido detrás de mí. Ven y mátalo”.
¿Qué es lo que Dios Dice?
Pareciera que casi todo el mundo está reclamando la herencia de la tierra prometida a Israel. Pero, ¿qué es lo que Dios dice? ¿Ha sido Israel olvidado debido a su infidelidad para ser reemplazado por la Iglesia?
“Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová” (Jeremías 31:37).
¿Por qué Israel aun sirve un propósito futuro en el plan de Dios después de todo lo que ha hecho en el pasado?
“Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado. Y santificaré mi grande nombre, profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy Jehová, dice Jehová el Señor, cuando sea santificado en vosotros delante de sus ojos” (Ezequiel 36:22-23).
¿Traerá el Señor a Su pueblo de vuelta a la tierra que Él le prometió?
“Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo” (Amós 9:14-15).
¿Volverá Israel a ser la nación preeminente sobre la tierra?
“Así dijo Jehová el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí” (Isaías 49:22-23).
¿Qué papel verdaderamente tendrán las piedras y los árboles en todo esto?
“Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso” (Isaías 55:12).
Una vez más, vemos el contraste entre el punto de vista del hombre y el de Dios.
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9).
Piensen en ello. ¿Cómo podemos pensar que Dios mantendrá Sus promesas hacia nosotros, mientras al mismo tiempo creemos que Él rompió Sus promesas con Israel? Ciertamente ellos no merecen Su lealtad, pero de nuevo, ¿qué es lo que nos hace creer que nosotros la merecemos?
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19).
Eso es bueno, porque estamos apostando nuestro destino eterno en Su confiabilidad. Observando cómo Él cumple Sus promesas a Israel, debe de producirnos un gran alivio, ya que para cuando finalmente estemos seguros de que Él las va a cumplir con nosotros, puede que sea ya demasiado tarde. Selah. 03/06/2007.