Un Comentario por Jack Kelley
Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador (Daniel 9:27).
El rey Ezequiel de Judá enfermó de gravedad durante el reinado del rey asirio Senaquerib. Cuando oró por su recuperación el Señor estuvo dispuesto a otorgarle 15 años adicionales de vida y, al mismo tiempo, le confirmó Su promesa de derrotar al rey de Asiria. Como señal de esta confirmación, el Señor hizo que Ezequías observara cómo la sombra del reloj de Acaz se devolvió 10 grados debido a la reversión del trayecto del sol. (Isaías 38:1-8).
Luego de que Ezequías se recuperó de su enfermedad, Merodac-baladán, rey de Babilonia, envió mensajeros con cartas a Ezequías para felicitarlo por haber sanado y encontrarse en buena salud. En una muestra imprudente de hospitalidad, Ezequías les mostró a los mensajeros todo su palacio, enseñándoles desde su armamento hasta sus tesoros. “No hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase” (Isaías 39:2).
Isaías le transmitió el disgusto del Señor. “Oye palabra de Jehová de los ejércitos,” dijo Isaías: “He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.”
“La palabra de Jehová que has hablado es buena, respondió Ezequías, porque creyó que, “A lo menos, haya paz y seguridad en mis días” (Isaías 39:5-8).
Cerca de 100 años después, Nabucodonosor cumplió esta profecía en su camino de vuelta a casa cuando regresaba de derrotar a los ejércitos combinados de Asiria y Egipto en la batalla de Carquemis. Recordando las historias que había escuchado cuando era niño acerca de la riqueza de Israel, rodeó Jerusalén. Tomó prisioneros a Daniel y a otros príncipes de Israel y destruyó completamente el templo y saqueó el tesoro de sus riquezas, llevándose todo a Babilonia. Daniel y sus tres amigos, conocidos por nosotros como Sadrac, Mesac y Abed-nego, fueron castrados y puestos como administradores en el gobierno de Nabucodonosor.
Ezequías sabía que eso no sucedería inmediatamente así que con un pensamiento a corto plazo, común en los políticos de sus días y de los nuestros, se consoló de que las consecuencias de sus acciones enfermizas no serían sentidas durante su reinado, a pesar de que serían parcialmente responsables de la eventual caída de la nación.
¿Qué Está Sucediendo Aquí?
En este momento ustedes estarán pensando porqué coloqué estas profecías de Isaías 39 (cumplida) y Daniel 9 (aun en el futuro) juntas. Pues bien. En el pasaje de Isaías podemos ver la mentalidad típica de un político cuando toma decisiones a corto plazo sin tomar en cuenta sus consecuencias a largo plazo. Se convencen a sí mismos de que si separan la causa del efecto, no serán culpados si las cosas no resultan bien.
Como un ejemplo de cómo es que esto funciona hoy día, la práctica de otorgar hipotecas respaldadas por el gobierno a personas que no pueden pagarlas realmente tuvo sus inicios durante la administración Carter. Fue un experimento social que demostró ser financieramente erróneo. Ignorando las terribles predicciones de los expertos, el presidente Clinton amplió dramáticamente este programa y desde entonces, cada presidente ha continuado apoyándolo. Pero el la mente de la mayoría de la gente, ¿estas personas comparten la culpa por el desastre financiero que este programa ocasionó, o solamente era la persona de turno en la administración cuando eso sucedió?
En cuanto a la profecía de Daniel, lo importante es la palabra “confirmar”. La palabra hebrea literalmente significa fortalecer, como cuando algo se hace obligatorio. Significa que el gobernante venidero no va a negociar este pacto, sino más bien le va a dar la categoría de ley. Esto implica que por lo menos los puntos generales del pacto ya estarían en su lugar.
Y aquí es donde el asunto se pone interesante. Esto aun no ha sido anunciado por la prensa, pero hay una insinuación dentro de los círculos diplomáticos que la meta de esta ronda de conversaciones directas entre Israel y los palestinos puede ser un acuerdo en principio el cual sería ejecutado más adelante. En un editorial que he leído se dijo que su implementación podría llegar a hacerse hasta dentro de 10 años.
Puede ser solamente una coincidencia, pero 10 años es el tiempo máximo de duración que permite el Islam para un tratado de paz con un enemigo más fuerte. Este tipo de tratados solamente se permiten con el objeto de ganar tiempo para adquirir suficiente poder adicional para derrotar al enemigo, y mientras que pueden ser rotos tan pronto se tiene el poder necesario, no pueden durar más de 10 años.
Los seguidores del Islam señalan el Tratado de Hudaybiyyah de Mahoma, como ejemplo. Este tratado se formuló debido a su lucha con la tribu más poderosa de Quraysh de la Meca, la cual lo obligó a retirarse de la ciudad para refugiarse en la cercana Medina en el año 622 d.C. Según la historia árabe Mahoma había aumentado dramáticamente el poderío de su ejército ya para el año 628 d.C., pero en lugar de atacar a la tribu de Quraysh les ofreció un tratado de paz de 10 años, al cual ellos estuvieron de acuerdo. 22 meses después, cuando tuvo la oportunidad, él los atacó y conquistó la ciudad que estaba totalmente desprevenida. Yasser Arafat utilizó este ejemplo para justificar su política diplomática cada vez que era criticado por las naciones árabes por ofrecerle “concesiones” a Israel.
Solamente estoy haciendo conjeturas hasta este punto, pero dado que 1) la propensión de los políticos es hacer acuerdos que ignoran las consecuencias a futuro, 2) la justificación islámica para romper acuerdos cada vez que lo desean, 3) la fraseología de la profecía de Daniel, y 4) nuestra presencia en los últimos tiempos, nada me sorprendería ver que algo como esto suceda como resultado de las conversaciones presentes.
Tengamos presente que el tratado no tiene que ser por 10 años para que se cumplan los requisitos islámicos, ese lapso de tiempo es el máximo permitido. Igualmente puede ser por 7 años.
La Situación Presente
Entonces, aquí tenemos la situación actual. Por un lado, el mundo insiste cada vez más al aumentar sus demandas de paz para el Medio Oriente. Pero es imposible llegar a esa paz bajo las circunstancias presentes. Ninguna de las partes involucradas en estas negociaciones puede traer la paz al Medio Oriente. Aquellos que podrían lograrlo no fueron invitados a las conversaciones y tampoco quieren la paz, pero no piensen ustedes que son lo suficientemente fuertes como para irse a la guerra aun. Por lo tanto, una ilusión de paz debe de ser producida, otorgándoles el tiempo necesario para que se fortalezcan lo suficiente para atacar, tal y como se los mostró Mahoma.
Con esa ilusión de paz puesta en su lugar los negociadores de los EE.UU. pueden volver a casa proclamando paz, no habiendo paz (Ezequiel 13:10). Y, como Ezequías, se consolarán a sí mismos con la esperanza de que no serán culpados cuando empiecen los tiros, sin darse cuenta de que su continua traición de Israel será parcialmente responsable por la desaparición de los Estados Unidos de América.
Una ilusión de paz es el mejor resultado disponible de estas conversaciones, y para lograr aun eso, Israel tendrá que ser reducido para poder defenderse a sí mismo cuando llegue el día de la batalla, e inevitablemente así será. Desde el mismo inicio, los expertos han estado advirtiendo que el resultado final de las conversaciones de paz del Medio Oriente será la guerra.
La Biblia dice que una falsa paz precederá a la guerra en el Medio Oriente. Por medio de una serie de eventos como las batallas preliminares y los acuerdos de paz sin sentido, los israelitas llegarán a convencerse que las amenazas a su seguridad nacional han sido eliminadas y así bajarán la guardia. En ese momento, una coalición de naciones musulmanas atacará con tal fuerza que nada más que la intervención directa de Dios los podrá salvar. Pero Él sí intervendrá y los enemigos de Israel serán derrotados (Ezequiel 38).
Aquí es cuando una poderosa figura saldrá con la sugerencia de que ese es el momento para hacer cumplir un pacto que ya ha sido negociado entre los combatientes. Esta vez el mundo quedará convencido de que una paz real y duradera finalmente ha llegado, y esta persona será ensalzada como un gran hacedor de paz, como nunca antes el mundo ha visto alguno (Daniel 8:25).
¿Será el pacto que actualmente se está negociando la base sobre la que este líder mundial restablecerá la paz después de la Batalla de Ezequiel 38? Eso no lo sabremos nosotros. Pero dado los tiempos en que vivimos, no debería sorprendernos que eso fuera así.
Epílogo
¡Ah! Pero nuestra historia no termina aquí porque, como sucede con las actuales conversaciones, la paz que traerá este gran líder también resultará ser una falsa paz la cual llevará a Israel hacia su peor momento en la historia; el peor tiempo en la historia del mundo.
Después de presentarse como su salvador, resultará ser su destruidor y una vez más Israel se dará cuenta de que está al borde de ser totalmente destruido. Aquí es cuando el Señor derramará Su Espíritu de gracia y de oración, los ojos de Israel serán abiertos para reconocer a su verdadero Mesías, y de nuevo, Él intervendrá por ellos para destruir a sus enemigos (Zacarías 12:10; 14:3). Esta vez la paz será real y el remanente de Israel será guiado para entrar en su gloriosa Era del Reino. Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 18-09-10