Un Estudio Bíblico por Jack Kelley
El Libro de Hechos también se conoce como el Libro de los Hechos de los Apóstoles porque es un registro de sus experiencias al edificar la primera Iglesia. Siendo ese el caso, el Libro de Judas podría llamarse los Hechos de los Apóstatas porque está dirigido a advertirle a la Iglesia sobre los falsos maestros que vendrían. Siendo este el tiempo de la gran apostasía (2 Tesalonicenses 2:3) nosotros debemos repasar la carta de un solo capítulo de Judas a la Iglesia para ver qué es lo que nos dice hoy en día.
“Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Jacobo, a los llamados, santificados en Dios Padre, y guardados en Jesucristo: Misericordia y paz y amor os sean multiplicados” (Judas 1-2).
El autor se identifica a sí mismo como un siervo de Jesús y hermano de Jacobo, quien era la cabeza de la Iglesia en Jerusalén en los años entre Pentecostés y su muerte antes de la destrucción de Jerusalén. Puesto que Jacobo era un medio hermano de Jesús, Judas también sería medio hermano del Señor. Ni Jacobo ni Judas fueron creyentes sino hasta después de la resurrección (Juan 7:5).
Judas claramente le estaba escribiendo a la Iglesia. La palabra griega traducida “llamados” en el versículo uno, significa santificados (apartados) y viene de la palabra para santo. La afirmación de que somos amados por Dios y guardados por Jesucristo combina Juan 3:16 (Porque de tal manera amó Dios al mundo) y Juan 6:39 (Y esta es la voluntad del Padre, que no pierda yo nada de los que me ha dado) y confirma otros pasajes que dicen que una vez que somos salvos el Señor toma la responsabilidad de mantenernos así.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo” (Judas 3-4).
Judas quería escribir sobre cosas más elevadas, pero ya la Iglesia estaba siendo invadida por falsos maestros, algo que continúa en nuestros días, y sentía la necesidad de advertirnos sobre estos. Como lo es ahora, estos maestros estaban diciendo que el pecado no importa, que Jesús no fue realmente Dios en la carne, y que Él no es el único camino de salvación. En aquel entonces a eso se le llamaba el error gnóstico, en el que una de sus enseñanzas sostenía que todo Espíritu es puro y toda la materia es malvada, por eso lo que hacemos en la carne es irrelevante a nuestra vida espiritual.
Esta misma enseñanza sostenía que Dios, siendo espíritu, es puro y nunca ha morado en un cuerpo físico, por eso es que Jesús no podía haber sido divino. Decían que el Espíritu de Dios vino a estar con Él por un tiempo pero se apartó antes de Su crucifixión abandonándolo como un hombre derrotado. Las personas seguidoras del gnosticismo creen que la salvación no puede obtenerse por medio de la muerte de un hombre, sino por la adquisición del conocimiento secreto. (La palabra griega para gnosis significa conocimiento.) Las religiones de la Nueva Era son ejemplos modernos que se basan en esta clase de pensamiento.
La doctrina del todo incluido en la teología liberal cristiana enseña que Jesús no es el único camino a la salvación. Las diferentes filosofías religiosas perfilan sus propias creencias y mientras la gente sea sincera en practicar las creencias de su religión preferida, pueden encontrar el camino a Dios. Dicen que es una arrogancia de los cristianos insistir en que la suya es la única manera de llegar a Dios.
“Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno” (Judas 5-7)
Estas personas pueden creer que son muy inteligentes, comportándose de la manera como lo hacen. La forma como ven intelectualmente las Escrituras y enfatizan sus títulos avanzados que muestran su actitud de superioridad, actuando como si fueran las únicas personas que realmente entienden. Pero debemos recordar lo que les sucedió a aquellas personas que se creyeron más listas que Dios en el pasado. Pablo dijo, “profesando ser sabios, se hicieron necios” (Romanos 1:22) y nos recuerda que Dios ha prometido que la sabiduría de los sabios perecerá y la inteligencia de los entendidos se desvanecerá. Él estaba citando Isaías 29:14. No habiendo aprendido nada de la historia, estas personas que se creen tan inteligentes se encontrarán repitiendo los mismos errores.
Aun los ángeles tenían que aprender eso. Cuando algunos de ellos creyeron que se podían rebelar e iniciar un nuevo orden, tomaron, sin permiso, la forma humana, escogieron mujeres humanas como esposas y produjeron una raza híbrida de súper humanos (Génesis 6:4). No pasó mucho tiempo para que el banco genético humano estuviera casi totalmente corrompido. Pero Dios produjo el diluvio universal y los destruyó a todos, preservando únicamente a Noé y su familia para empezar de nuevo. Aquellos seres que iniciaron la rebelión han estado encarcelados en prisiones de oscuridad por más de 4.000 años, esperando su juicio. Pedro también tenía esto en mente cuando escribió,
“Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que arrojándolos al infierno los entregó a prisiones de oscuridad, para ser reservados al juicio” (2 Pedro 2:4).
Más tarde, Satanás intentó hacer el mismo truco de nuevo, infestando la tierra que Dios le prometió a Su pueblo con gigantes para ahuyentar a los israelitas. Eso funcionó por un tiempo, pero Dios le dio a Su pueblo la fuerza sobrenatural y el coraje para sacarlos de ahí.
Algunas personas están convencidas que Satanás intentará hacer eso una vez más, conforme se acerca el final de la era. Ellas dicen que los nefilin de Génesis 6 están volviendo como extraterrestres para ayudar a Satanás a expulsar a Dios del planeta para siempre. Yo no tengo evidencia de primera mano para aprobar o desaprobar esta teoría. Pero esto si sé. La Biblia dice que eso ya ha sucedido antes, y existen pistas de que pueda suceder de nuevo. (Para un estudio completo sobre esto, lea el artículo sobre “Los Nefilin”.)
¿Y quién podría negar los esfuerzos actuales para reconstruir Sodoma y Gomorra entre nosotros? Utilizando la ley de la tierra para obligar a aceptar el comportamiento desviado de la gente hace que los gobiernos se enfrenten directamente en contra de la Palabra de Dios, lo cual produce la misma respuesta que le sigue a cada intento. El juicio.
“No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Pero éstos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales” (Judas 8-10).
Los gnósticos de antaño se sentían cómodos satisfaciendo sus excesos en toda forma de perversidad. Y si ustedes piensan que este tipo de cosas solamente sucedieron hace mucho tiempo atrás, solamente miren los programas de televisión en horas pico. En una sola generación anterior este comportamiento habría sido escandaloso, y ni siquiera adecuado para discutirlo públicamente. Pero ahora es celebrado abiertamente, y aun admirado.
En este pasaje llegamos cada vez más cerca, que en cualquier otro lugar en la Biblia, para comprender porqué Dios permite que Satanás esté ante Su presencia. Satanás es un dignatario, un ser celestial en la cúspide del orden creado. Aun Miguel el Arcángel, ocupando la segunda posición de mayor rango en la jerarquía angelical, no puede dirigirse a él de manera irrespetuosa. Con todo el daño que Satanás le ha causado a la creación, lo menos por ahora es que a él se le conceda la cortesía debido a su posición.
Pero los falsos maestros de ayer y de hoy se sienten con libertad para difamar a otras personas, incluyendo a Dios, a Quien no comprenden. Aun ellos se rebelan en contra de las cosas que por instinto saben que son ciertas. Una de estas es el hecho indiscutible de que nuestro mundo tuvo que ser recreado. En Romanos 1:18-19 Pablo escribió.
“Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó”.
Los científicos son lo suficientemente inteligentes como para poder leer las señales que Dios ha mostrado claramente en la Creación. Su insistencia en creer en la así llamada teoría de la evolución no se debe al hecho de que ellos hayan demostrado que sea cierta. El hecho es que existe una creciente montaña de evidencia que demuestra que esa teoría es falsa. Sino que se debe al hecho de que ellos no quieren creer en el relato bíblico el cual de manera intuitiva saben que es cierto, y de esa manera suprimen la verdad al promover una mentira.
Otra verdad que es evidente en sí misma es el momento cuando empieza la vida. No existe ninguna persona viva que no sepa desde lo profundo de su corazón que un niño antes de nacer es un ser vivo. Y sin embargo estos falsos maestros sin cesar están escupiendo teorías que contradicen su propio conocimiento intuitivo en un fracasado esfuerzo para justificar su comportamiento. Estas personas son aquellas de quienes Dios un día va a proferir, “¿Qué estaban ustedes pensando?” cuando les muestre los millones de niños indefensos que han asesinado.
Pero ahora no cometan el error de creer que yo soy el único que está hablando sobre el mundo secular aquí. Recuerden, Judas dijo que estas enseñanzas entrarían en la Iglesia. Y así ha sido. Hoy día solamente una minoría de aquellas personas que se llaman a sí mismas cristianas creen que la Biblia es verdadera tal y como ha sido escrita.
Hablando de estos falsos maestros Pedro dijo, “Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores, mientras que los ángeles, que son mayores en fuerza y en potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del Señor. Pero éstos, hablan mal de cosas que no entienden” (2 Pedro 2:10-12).
Y Judas continúa, “¡Ay de ellos! porque han seguido el camino de Caín, y se lanzaron por lucro en el error de Balaam, y perecieron en la contradicción de Coré” (Judas 11).
El camino de Caín es ofrecer las obras de nuestras manos como pago de nuestros pecados en vez de aceptar al sacrificio de un inocente sustituto (Génesis 4:3-4). La Biblia dice que Caín sabía lo que era correcto, pero rehusó hacerlo (Génesis 4:7). Similarmente, hoy algunos predicadores ponen a sus rebaños en mayor atadura de cómo se encontraban antes que fueran salvos al enseñarles que a pesar de que Jesús murió para que fuésemos salvos, es su opción el ganar el derecho de permanecer así.
El error de Balaam fue el de ofrecer profecías falsas por un precio. Él amaba el premio de la maldad (2 Pedro 2:15). Hoy día podríamos decir, “Él está por el dinero”. Algunos de nuestros más prominentes tele-evangelistas enseñan lo que saben en su corazón que no es cierto, solamente para obtener dinero de sus ingenuos seguidores.
Coré se rebeló en contra del escogido de Dios (Moisés) incitando al pueblo a la desobediencia (Números 16). Debido a él muchas personas rehusaron seguir a la autoridad constituida de Dios. Para la Iglesia hoy día, la autoridad constituida de Dios es Su Palabra. Pero me llegan correos electrónicos casi todos los días de personas que no pueden encontrar una iglesia que cree en la Biblia en el lugar en donde residen. Otros escriben lamentándose del hecho de que la iglesia en la que crecieron de repente está tomando un giro dramático apartándose de la Biblia enseñando cosas que los mismo escritores de la Biblia nos han advertido de no hacer.
Hasta el momento las cosas no se ven bien para los falsos maestros, ya sea en tiempos de Judas o en nuestros días. Pero Judas está muy lejos de terminar de vociferar en contra de ellos y antes que terminemos Pedro tendrá más que decir al respecto. Mejor permanezcan sintonizados. Selah 29-01-11