El Sistema Mundial Único

Un Comentario Bíblico por Jack Kelley

Apocalipsis 17-18 muestra que son tres los componentes para el sistema mundial único de los últimos días. Está la religión mundial, el gobierno mundial, y el sistema comercial mundial. Todos ellos se han venido desarrollando durante más tiempo del que muchas personas sospechan, y están rápidamente acercándose a su cumplimiento. Conforme esto sucede, se están volviendo más y más obvios al público. Ya no es más la teoría de los fanáticos conspiradores, hoy día solamente aquellas personas que rehúsan ver esto no se dan cuenta de su existencia.

Una Sola Religión Mundial

El Islam es la fuerza religiosa con más influencia en el mundo hoy en día y su meta es nada menos que el dominio mundial, por cualquier método necesario. Es la religión de mayor crecimiento en el mundo, y está en segundo lugar al cristianismo en número de seguidores. Cerca de uno de cuatro habitantes del planeta es un seguidor del Islam. Después del Rapto, el Islam será la religión más grande, más fuerte, mejor organizada y de más rápido crecimiento en el mundo por un gran margen. Ningún otro grupo o combinación de grupos estará en una posición para desafiarla. Y puesto que el Islam no es una religión con mentalidad ecuménica, todas las demás tendrán que unírsele.

No se equivoquen al creer que el Islam no será una fuerza religiosa viable después de la Batalla de Ezequiel 38. Según el informe del Foro Pew, los países que se unirán en contra de Israel y que serán derrotados allí, conforman un pequeño porcentaje de la población islámica total. Por ejemplo. Los cuatro países con mayor población islámica son Indonesia, Pakistán, India, y Bangladesh. Estos países ni siquiera van a estar involucrados en esa batalla. De hecho, dos tercios de todos los musulmanes del mundo viven en diez países y de ellos, solamente Turquía (5) e Irán (6) se mencionan en Ezequiel. Estimaciones aproximadas indican que tan poco como el 15% del mundo islámico estará representado por las fuerzas alineadas en contra de Israel, y recuerden, son solamente sus soldados los que mueren en batalla, no su población total.

No creo que el mundo islámico quede permanentemente desmoralizado por su derrota tampoco. Después de todo, Israel los ha derrotado varias veces en el pasado y cada vez lo intentan otra vez. Las profecías de los tiempos finales muestran que Ezequiel 38 no será diferente.

Un Solo Gobierno Mundial

En los años que tengo de ser creyente, he escuchado hablar sobre el Gobierno Mundial venidero, pero recientemente eso se ha convertido en algo más que solamente hablar. Hay un esfuerzo obvio que se está desarrollando para eliminar tanto las fronteras nacionales como el formar un sistema de gobierno mundial que tendría autoridad sobre todas las naciones.

Como un ejemplo, hace un corto tiempo atrás nuestra familia se apuntó a algo llamado el Programa del Viajero Confiable. Este programa consiste en un pase especial emitido a personas calificadas que han aplicado al mismo, de Canadá, los EE.UU. y México, con el que se nos permite cruzar cualquier frontera entre los tres países sin necesidad de un pasaporte ni pasar por la aduana. Con este pase podemos cruzar desde México, en donde servimos como misioneros, hacia los EE.UU. en unos 10 a 15 minutos. Anteriormente eso nos tomaba cerca de una hora en los días entre semana y más de eso durante un fin de semana, y días feriados. Los pasajeros de líneas aéreas desde Canadá y México pueden pasar a un kiosco especial en aeropuertos designados en los EE.UU. para recibir el mismo tratamiento expedido. El Departamento de Seguridad Nacional espera que cerca de 84 millones de ciudadanos mexicanos se enlisten en este programa.

Yo veo eso como una gran conveniencia puesto que entramos a los EE.UU. una vez por semana por el paso fronterizo más transitado. Pero cuando examinaba mi pase el otro día me di cuenta de que en su cubierta hay una representación de América del Norte sin fronteras nacionales y realicé que este es solamente un paso hacia la meta de unir a estos tres países en la Unión Norteamericana.

La Unión Europea ya tiene un programa que le permite a los residentes de cualquier país cruzar a cualquier otro sin necesidad de pasaporte. Otros programas similares están en operación en Asia Sur Oriental, África, América Latina y el Mediterráneo. Es mi opinión que la Biblia dice que un total de 10 de estas regiones multinacionales existirán un día, y estarán involucradas en mucho más que solamente el turismo.

Y más allá de eso, ya se habla sobre un gobierno mundial único que va a ejercer autoridad sobre estas diez regiones, con una sola persona a la cabeza, el Presidente del Mundo. Sobre esto aquí hay una cita interesante que leí esta semana:

“No existe hoy en día ninguna figura política que tenga el alcance global y la influencia de Bill Clinton—un expresidentes estadounidense que se hizo humanitario y un extraordinaire diplomatique. Nadie más en la arena política de hoy tiene la habilidad de obtener la atención de los líderes mundiales y las organizaciones en todas partes como él lo hace” (Chris Mattews del documental de MSNBC, “Presidente del Mundo—El Fenómeno de Bill Clinton”).

No estoy diciendo que Bill Clinton es el anticristo. Pero sí encuentro que es muy interesante que nuestros medios de comunicación nacionales estén hablando abiertamente sobre un Presidente del Mundo, y aun sugiriendo un candidato.

Muchas personas sienten la necesidad de una entidad con un poder político que esté por encima de los intereses nacionales o aun de los regionales. Hay mucha desigualdad en el mundo, y las naciones ricas serán obligadas a ayudar a las naciones pobres.

La energía y los alimentos son dos áreas críticas en donde el suministro y la demanda están desbalanceados. Conforme los productores del Medio Oriente se vuelven más inestables hay una creciente preocupación de que los suministros de petróleo serán cada vez menos fiables. Los precios en la gasolinera están aumentando de nuevo en un momento en que ninguna economía del mundo los puede pagar.

Lo mismo es cierto con los alimentos. Hay suficiente capacidad productora para alimentar a todo el mundo, pero las políticas conflictivas de las naciones independientes previenen llevar eso a cabo. Como resultado, los precios van en aumento y la escasez es cada vez más obvia. Las naciones más pobres sufren más y ya han comenzado a rebelarse.

A menos que alguien obligue a las naciones ricas a ayudar, habrá caos en una escala que nadie antes ha visto. El calentamiento global (cc cambio climático), el impuesto al carbono, y otros, son los nombres para los programas de transferencia de riqueza diseñados para tomar el dinero de las naciones ricas y así ayudar a las más pobres del mundo. Todo lo que falta es el poder para legalizarlo. Y Un Solo Gobierno Mundial tendría ese poder.

Un Solo Sistema Comercial Mundial

Desde el año 2009 los expertos de las NN.UU. han estado proponiendo una nueva moneda, algo que pueda estabilizar los mercados financieros mundiales y facilitar el comercio internacional, haciéndolo más seguro y más inclusivo. También han dicho que una organización debe de ser establecida para administrar las tasas de cambio entre los países para reducir la volatilidad del mercado ocasionada por la especulación monetaria.

El mundo está muy nervioso sobre la actual versión de la Destrucción Mutua Asegurada que se está practicando entre los EE.UU. y China. A lo que esto se reduce es que los chinos han seguido prestándole dinero a los EE.UU. para que los estadounidenses a su vez compren la montaña de bienes que los chinos tienen que producir para mantener su economía creciendo. Como un ejemplo de esto, el 91% de los artículos en las estanterías de Walmart se origina en China. Una pequeña flota de los grandes barcos mercantes continuamente viajan entre China y los EE.UU. para mantener esas estanterías siempre llenas. Si cualquiera de los dos países deja de hacer lo que está haciendo, ambas economías implotan.

Este sistema mantiene al dólar estadounidense artificialmente elevado mientras que el Yuan chino está artificialmente bajo. Eso no puede sobrevivir a largo plazo, y todo el mundo lo sabe. Algo debe de ser hecho para permitirles a otros países un mejor acceso tanto para comprar como para vender, situaciones que se encuentran en ambos lados de la balanza. Muchas economías nacionales simplemente no se pueden recuperar de la llamada Gran Recesión sin que reciban alguna clase de ayuda externa. Una nueva moneda que sea inmune tanto a la especulación como a los intereses egoístas de las naciones individuales se está viendo como la mejor solución al problema.

¿Qué Sigue?

Dejados a sus propios recursos, las naciones se van a la guerra sobre cosas como estas. La situación no está mejorando. El ciclo presente de desestabilización pública en el Medio Oriente está apenas comenzando. Podemos esperar que se ponga peor, no mejor. Los líderes occidentales y sus portavoces en los medios de comunicación están haciendo que usted crea que todos estos son levantamientos populares en contra de regímenes autocráticos y que están motivados por el deseo de libertades democráticas. Pero otras personas dicen que eso no es así. Solamente miren a su alrededor, dicen. ¿Cuándo una población islámica ha escogido la democracia? El punto aquí es la exigencia por una seguridad económica básica, como un trabajo que pague un salario para poder vivir y un adecuado y constante suministro de alimentos que la gente pueda comprar.

La gente siempre escogerá la represión sobre la anarquía. La historia muestra que los gobiernos revolucionarios siempre terminan siendo más represivos que los que ellos derrocaron. Llegan al poder prometiendo satisfacer las necesidades básicas de la población. Se mantienen en el poder suprimiendo los derechos individuales.

El sistema mundial único impondrá estas condiciones a escala mundial. Llegará al poder prometiendo paz y seguridad en tiempos de caos (Daniel 8:25). Se mantendrá en el poder suprimiendo la libertad. No tolerará la libertad religiosa. No tolerará la democracia. No tolerará una economía de libre Mercado. Y por algún tiempo parecerá que ha tenido éxito (Apocalipsis 13:4).

Pero el hombre que estará a la cabeza de este sistema mundial único tiene una agenda propia, y es el ser adorado como Dios (2 Tesalonicenses 2:4). Y Aquel que es Dios no soportará más eso y responderá decisivamente a este desafío (Mateo 24:15-21).

Antes de eso, hay todavía unos pocos obstáculos que se interponen en el camino de este sistema mundial único. El primero es los Estados Unidos que, a pesar de todos sus errores, ciertamente ha sido la antítesis de un sistema mundial único. Fue fundado sobre el principio de la libertad religiosa, es lo más cercano a una democracia que el mundo ha conocido, y su poder fue construido con una economía de libre mercado. Se volvió tan poderoso para poder ser destruido que tendría que ser destruido internamente. Durante casi un siglo, fuerzas detrás de bastidores han estado trabajando diligentemente para lograr eso. Hoy día están tan cerca de lograr su cometido que ya no se preocupan de mantenerse ocultas.

El segundo obstáculo es la Iglesia. Pero pronto Dios se habrá hastiado de este mundo y nos sacará del peligro que significa la preparación de Su juicio (1 Tesalonicenses 1:10). Por un tiempo le parecerá al mundo como su hubieran obtenido su deseada utopía, pero cuando empiecen a decir paz y seguridad, vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores de parto de una mujer embarazada, y no escaparán (1 Tesalonicenses 5:3).

El obstáculo final para un sistema mundial único será Israel, el pueblo del Dios que tan desesperadamente quieren eliminar. Pensando que pueden prevenir el retorno del Señor destruyendo a Su pueblo, el mundo se va a unir en su meta común de borrar a Israel del mapa (Zacarías 12:3).

Pero el Señor nunca ha abandonado a Su pueblo, y siempre se ha mantenido cerca para escuchar su clamor de ayuda (Oseas 5:15). Tan pronto se lo pidan Él vendrá a su rescate, destruyendo ese sistema único mundial y capturando a sus líderes (Apocalipsis 19:19-21). Él retornará a la Tierra para establecer el reino que les prometió, uno que nunca será destruido ni dado a nadie más (Daniel 2:44). Finalmente, el mundo tendrá paz (Isaías 9:7). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 26/02/11