Una perspectiva de las Noticias por Jack Kelley
En los Montes Qandil (Montes del Curdistán), en donde Turquía, Irán, Irak y Siria unen sus fronteras, está localizada la tierra de los curdos, conocidos en la historia como los Medos, quienes se asociaron con los persas para derrotar a Babilonia.
Los curdos le llaman a esta área Curdistán, pero la tierra a la que ellos se refieren técnicamente les pertenece a los cuatro vecinos mencionados anteriormente, ninguno de los cuales la quiere dejar. Quizás Turquía sea el país más determinado a no ceder al haber sufrido numerosos ataques terroristas en manos del PUK, que es un grupo de militantes separatistas curdos. Una de las razones por las que Turquía se rehusó a brindar ayuda en la reciente guerra en Irak es que los EE.UU. se rehusaron a negarles a los curdos una voz en el gobierno de Irak de la post guerra.
Turquía ha estado legítimamente temerosa de que en retorno por su ayuda en deponer a Sadam Hussein (fueron los curdos los que localizaron a Sadam Hussein e informaron a las tropas de los EE.UU.) los EE.UU. permitirían, por lo menos en un intento no oficial, establecer un estado Curdo en la tierra que Turquía reclama como suya. Turquía ha mantenido hasta 20.000 tropas en su frontera con Irak para prevenir que eso suceda.
Y de hecho los EE.UU. han estado indecisos sobre el asunto Curdo, llegando aun a publicar un mapa de la región mostrando la presencia de la entidad curda. Unos funcionarios norteamericanos más tarde afirmaron que eso no necesariamente reflejaba la política de los EE.UU. Pero Turquía está escéptica.
Irán mira la situación como una oportunidad para reforzar más su posición regional y se ha unido a Turquía para ayudar a eliminar una fuerza de 5.000 mil soldados del PUK del área en donde Irán colinda con Irak en los Montes Qandil. Según varias fuentes de noticias y de inteligencia, ya han situado tropas a 7 y 8 kilómetros dentro de Irak y han empezado a bombardear los escondites curdos en las montañas. La situación para Turquía ofrece grandes incentivos. No solamente le ayudan a golpear al PUK, sino que también han hecho saber que tienen sus ojos puestos en Kirkuk, una ciudad Iraquí en el área que produce el 40% del petróleo iraquí y que Turquía ha reclamado con anterioridad.
Por su parte, Irán también ve su oportunidad de apoderarse de un pedazo del norte de Irak para ampliar su territorio. Adicionalmente Irán quiere destruir las posiciones de espionaje de avanzada que los israelitas hayan podido colocar entre los curdos con el objeto de poder recibir, lo más rápido posible, una advertencia sobre un ataque iraní sobre Israel. Al destruir estas posiciones les daría a los iraníes dos victorias importantes en contra de los israelitas en un lapso de unos pocos meses, siendo la otra le guerra en Líbano. La pérdida de esta fuente de inteligencia militar sin duda alguna también reduciría la posibilidad de un exitoso ataque conjunto de EE.UU. e Israel en contra de Irán. Expertos rusos e iraníes están prediciendo este ataque para finales del año 2006.
Muchos observadores creen que ya es demasiado tarde para poder detener la iniciativa Turquía-Irán. La pregunta es si eso va a reventar en otra guerra en el Medio Oriente que enfrente a los EE.UU., Irak e Israel en contra de Irán, Turquía y posiblemente Siria.
Los estudiantes de la profecía bíblica están siguiendo estos acontecimientos muy de cerca. Muchos piensan que Turquía es el componente moderno, junto con Armenia, de la casa de Togarma mencionada en Ezequiel 38:6. Por mucho tiempo hemos dicho que mientras Turquía esté alineada con el occidente, Ezequiel 38 simplemente no puede suceder. Al hacer que Turquía entre en la alianza musulmana en contra de Israel removería un obstáculo más para su cumplimiento. Y ya no quedan muchos más…