Hay Un Nuevo Día Venidero

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

He aquí, el día del Señor viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos. Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad. Después saldrá el Señor y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.

Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá.

Y vendrá el Señor mi Dios, y con él todos los santos. Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día, el cual es conocido del Señor, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz. Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno. Y el Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será uno, y uno su nombre (Zacarías 14:1-9)

Debido al énfasis que en el presente se le da a la paz en el Medio Oriente, debemos echarle otro vistazo de cómo (y cuándo) este conflicto entre Israel y el resto del mundo será resuelto. Tomemos estos nueve versículos individualmente para ver qué es lo que dicen.

1). He aquí, el día del Señor viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.

Para cuando lleguemos al versículo 4 quedará claro que Zacarías está hablando de un momento que nos lleva al verdadero día en que el Señor llega al Monte de los Olivos para establecer Su Reino. Los despojos mencionados se refieren a Jerusalén, y la frase «en medio de ti» literalmente significa en medio de ustedes o frente a sus ojos. Como veremos, la ciudad será dividida de nuevo, pero no por medio de negociaciones, sino por la fuerza.

2). Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.

La frase «todas las naciones» señala hacia un momento que aun está en el futuro cuando todos los aliados de Israel lo habrán abandonado. Eso solamente puede suceder hasta después del Rapto de la Iglesia, cuando la influencia de los cristianos, la cual mantiene a los EE.UU. y a algunos otros países occidentales, por lo menos nominalmente aliados con Israel, habrá desaparecido. Esta es la batalla final de la era, Armagedón.

3). Después saldrá el Señor y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla.

Esta es una clara referencia al papel del Señor como el verdadero comandante en jefe de Israel, como lo fue a través de todo el Antiguo Testamento.

4). Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.

El Señor, en esta referencia, es el Señor Jesús, retornando como Él dijo que lo haría, al mismísimo lugar desde donde Él partió (Hechos 1:10-11). Según Isaías 63:1-6, Él va a llegar de Bosra (Petra) en donde Él ha cumplido Su promesa de proteger al remanente creyente de Israel de sus enemigos. Su retorno produce un terremoto tan fuerte que forma una grieta de este a oeste que parte el Monte de los Olivos en dos. Una falla geológica en dirección a esta grieta fue descubierta y corre del Mediterráneo al este hasta en Mar Muerto. La presencia de esta falla impidió que el Hotel Intercontinental (llamado ahora Hotel de los Siete Arcos) se construyera frente al Monte de los Olivos como originalmente se había planeado. Fue re-ubicado hacia el sur y construido sobre un terreno más estable en donde se encuentra hoy día.

5). Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá. Y vendrá el Señor mi Dios, y con él todos los santos.

Esa grieta forma una ruta de escape para la gente que huye de la batalla. Huirán por temor de sus vidas, tal y como sus antepasados lo hicieron (Uzías reinó del 792 al 740 a.C. en tiempos de Isaías). Muchos eruditos evangélicos concluyen que esta referencia a los «santos» incluye tanto a los santos perfeccionados como a los ángeles. Apocalipsis 19:14 los llama los ejércitos celestiales.

6-7). Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. Será un día, el cual es conocido del Señor, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá luz.

Un solo día sin luz del sol normalmente produciría temperaturas de congelación, pero este día es único en toda la creación: sin luz pero tibio. El hecho de que al atardecer haya luz, es lo contrario a todo lo que conocemos, pero Mateo 24:29 dice que una de las señales de que la gran tribulación ha terminado será la ausencia de la luz del sol, la luna y las estrellas. Apocalipsis 21:23-24 explica que la Nueva Jerusalén no tiene necesidad de la luz del sol ni de la luna porque la Gloria de Dios la ilumina y que las naciones de la Tierra andarán a la luz de la Nueva Jerusalén también. La frase «en ese día» significa que Zacarías estaba describiendo el día en que el Señor llega.

8). Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.

Ezequiel 47:1-12 nos dice que agua fresca va a fluir constantemente de debajo del extremo sur del Templo y llenará ese valle recién formado convirtiéndose en un gran río que fluirá hacia el oeste al Mediterráneo y hacia el este al Mar Muerto. Si se traza una línea hacia el oeste del lugar desde donde el Señor se marchó del Monte de los Olivos, pasará por la Puerta Oriental del Monte del Templo. Eso quiere decir que el terremoto producido por el retorno del Señor va a destruir el Monte del Templo, sepultándolo para siempre en el fondo de ese gran río. Solamente un Templo construido en otro sitio al norte del actual Monte del Templo podría permanecer para poder producir ese río el día que el Señor llega. Y, ciertamente, al comparar las fronteras señaladas en Ezequiel 48 con los mapas antiguos de Israel, se nos revela que el templo futuro será construido en Silo en donde el Tabernáculo estuvo una vez.

9). Y el Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.

Estudiando Filipenses 2:9-11, estos versículos nos dicen que eventualmente sí habrá paz en el Medio Oriente y ciertamente en todo el mundo, porque el Príncipe de Paz se habrá convertido en el Rey de toda la Tierra. Mientras tanto la humanidad seguirá luchando en vano, acogiéndose a una falsa esperanza tras otra, porque si la verdad se conociera la misma existencia de Israel es la causa para la guerra en el Medio Oriente.

Pero el Señor prometió que después de que Él haya re-unido a Su pueblo en Israel por segunda vez, nunca más los volvería a dispersar (Isaías 11:11 & Amós 9:11-15). Esta re-unión dio inicio en el año 1948 y continúa hoy en día. Un día, pronto, Él va a utilizar un ataque sorpresa en contra de Israel para revelárseles a ellos y a todo el mundo de una manera innegable (Ezequiel 39:1-7) atrayendo a todo judío vivo a Israel (Ezequiel 39:28) para restablecer Su pacto con ellos, reconstruir Su Templo, y completar los siete años restantes de la Dispensación de la Ley (la Semana Setenta de Daniel).

Pero durante ese tiempo un falso mesías saldrá para extraviar de nuevo al mundo. Metiéndose en el nuevo Templo, se declarará ser Dios y millones de personas serán engañadas (2 Tesalonicenses 2:4). Durante un tiempo parecerá que le ha traído la paz al mundo, pero cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (1 Tesalonicenses 5:3). Esta es la gran tribulación, un período de 3-1/2 años de un juicio como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá (Mateo 24:21).

Al final de este período de tiempo el Señor retornará para derrotar a este falso dios y a todos aquellos que se la han unido. Ese día el Señor finalmente será Rey sobre toda la Tierra al haber tomado posesión de lo que Él redimió con Su propia sangre, y la paz fluirá como un río por toda la tierra. Si ustedes escuchan cuidadosamente, ya casi se oyen los pasos del Mesías. 20/06/09.