Una Perspectiva por Jack Kelley
Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria, Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar (Isaías 11:11).
Por tanto, di a la casa de Israel: Así ha dicho Jehová el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado… Y yo os tomaré de las naciones, y os recogeré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país (Ezequiel 36:22,24).
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecado (Romanos 11:25-27).
La semana anterior marcó el 60 aniversario del renacimiento de Israel como un cumplimiento de las profecías de Isaías, Ezequiel, Pablo y otros. Traídos en incredulidad al antiguo hogar de sus patriarcas, el pueblo de Israel ha desafiado la historia, la opinión mundial y el esfuerzo concertado de sus enemigos durante 60 años.
La mayor parte del mundo no tiene idea de lo próximo que Israel ha estado cerca de su extinción, otra vez, y no solamente por las guerras que todos conocemos, sino por otros grandes esfuerzos que fueron descubiertos y prevenidos en el último minuto, pero que nunca llegaron a los titulares de las noticias. En total, Israel se ha enfrentado y se ha podido sobreponer a un peligro de su existencia en un promedio de veces más grande que uno en cada diez años en la historia moderna de la nación.
¿Algún día terminará eso? ¿Podrán los vecinos de Israel buscar los términos sobre la existencia de Israel? No, según la profecía bíblica. Veamos lo que la palabra de Dios tiene que decir sobre lo que le espera a Israel. Puesto que se ha escrito más sobre este tiempo futuro que sobre cualquier otro asunto en la Biblia, yo he seleccionado unas pocas proclamaciones para darles a ustedes un resumen. Conforme ustedes leen esto, tengan presente que si mis cálculos están correctos, todo esto puede suceder dentro de los próximos 10 años aproximadamente.
Según el Salmo 83 Israel pronto va a enfrentarse a un ataque de las naciones vecinas cuya intención es su destrucción. Y según Isaías 17 Siria va a atacar a Israel dañándolo pero no destruyéndolo. En el proceso, la ciudad de Damasco, una de las más antiguas del mundo, dejará de existir y Siria será derrotada.
Después de eso, Israel se va a enfrentar a su mayor peligro cuando la coalición Ruso Iraní de Ezequiel 38 lanza lo que ellos creen será el ataque final sobre su enemigo jurado. Pero lo que habría sido una victoria fácil para los poderosos enemigos de Israel, se convertirá en un gran desastre que deja las tropas enemigas diezmadas.
Esta vez Israel va a surgir del humo y las cenizas realizando que un viejo y confiable Amigo ha intervenido para convertir una derrota segura en una sonada victoria. El Rey del Universo se habrá revelado a Sí mismo al mundo como el campeón de Israel (Ezequiel 39:22).
Pero aun así, el enemigo no se dará por vencido. Aun sabiendo que Dios está del lado de Israel no va a ser suficiente para disuadirlo porque el poder detrás de los enemigos de Israel se considera a sí mismo como Dios (Isaías 14:14). Tomando control de los pensamientos y de las acciones de un líder popular, va a convencer a Israel de que él es el tan esperado mesías y va a confirmar un pacto que parece ser la última seguridad de paz para ellos (Daniel 9:27).
Por medio de un pacto de paz va a engañar a muchos (Daniel 8:25) e Israel va a creer que la Era del Reino finalmente ha llegado, que fue lo que quisieron que Jesús hiciera hace 2000 años, y que finalmente esto ha sucedido. Los enemigos de Israel estarán dispersos sobre el campo de batalla en total derrota, y todo parecerá que finalmente ha llegado la paz permanente. En agradecimiento, Israel construirá un Templo y reanudarán su abandonada relación con Dios.
Justo cuando todo parece que la paz finalmente ha llegado, este líder mostrará sus verdaderos colores y se proclamará a sí mismo ser Dios (2 Tesalonicenses 2:4) de esta manera profanando el Templo y suspendiendo la adoración. Habrá guerra de nuevo, aun peor que antes, e Israel descubrirá que ha hecho un pacto con la muerte y que ha sido anulado (Isaías 28:18). Serán tres años y medio del peor tiempo que el mundo haya podido sentir (Mateo 24:21) e Israel estará en medio de este tiempo hasta que finalmente todas las naciones del mundo se reúnen en contra de Jerusalén (Zacarías 12:1-3).
Pero una vez más, en el último momento, Dios va a intervenir, pero esta vez en la persona del verdadero Mesías de Israel. Él derramará Su Espíritu de gracia y de oración, y finalmente ellos lo reconocerán (Zacarías 12:10). Con los ejércitos celestiales a Sus órdenes, de un momento a otro Él aparecerá en los cielos sobre Israel tal y como lo prometió y con nada más sino la palabra de Su boca matará a todos los enemigos de Israel de una vez por todas (Apocalipsis 19:11-16). El falso mesías será lanzado vivo en el lago de fuego (Apocalipsis 19:20), Satanás será atado por 1000 años (Apocalipsis 20:2), la Era del Reino finalmente comenzará, y la paz reinará en la Tierra Prometida.
Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados (Isaías 40:2).
Y limpiaré la sangre de los que no había limpiado; y Jehová morará en Sion (Joel 3:21).
En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo (Isaías 61:7).
Entre los hombres, todos los restos de anti semitismo, tan prevalecientes hoy día, desaparecerán e Israel será la nación preeminente en el mundo, hogar del pueblo de Dios.
Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo. Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor (Isaías 65:18-19).
Así dijo Jehová el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros. Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí (Isaías 49:22-23).
Toda la creación se gozará porque la maldición finalmente ha sido quitada y la paz ha sido restablecida entre Dios y Su pueblo elegido.
Sucederá en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la casa de Jehová, y regará el valle de Sitim (Joel 3:18).
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso. En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán (Isaías 55:12-13).
Ninguna persona que lea la Biblia de manera literal puede disputar que estas promesas fueron expresadas por Dios a Israel y que nunca se han cumplido. En ninguna parte de la Biblia a Él se le llama el Dios de los árabes, o de los norteamericanos, o de alguna otra nación o grupo étnico. Él se llama el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, y ya sea que al resto de nosotros nos guste eso o no, Él escogió al pueblo judío como Suyo y juró que nunca los olvidaría.
Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra (Deuteronomio 7:6).
Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente (Jeremías 31:35-36).
A través de la historia las naciones del mundo han sido bendecidas o maldecidas según la forma como han tratado a Israel, y para nosotros ya es demasiado el tiempo que ha pasado como para no acostumbrarnos a esa idea. Aun los poderosos babilonios, en cuyas manos fueron entregados los israelitas por el mismo Dios, sufrieron el castigo por haberlos maltratado (Isaías 47).
Esto no quiere decir que debemos aceptar ciegamente cada acción del gobierno israelita, el cual, después de todo, es un gobierno secular y no está dándole la atención debida a la palabra de Dios, igual que el resto del mundo. ¿Pero quiere decir esto que no deberíamos estar presionando a Israel por estar violando los mandamientos de Dios relacionados con la tierra que Él les dio? Y al mismo tiempo no deberíamos estar aceptando el anti semitismo que está tan desenfrenado en nuestra sociedad otra vez, ya sea que provenga de la trastornada vociferación de un líder nacional, de los alardes vacíos de un jefe terrorista, o de los actos profanos de uno vándalos juveniles.
Porque si los 60 años de la moderna existencia de Israel nos ha enseñado algo es que la mano de Dios está sobre ellos y Él no los dejará hasta que vuelvan a ser Suyos otra vez. Mientras tanto, cualquiera que toque a Israel toca la niña de Su ojo (Zacarías 2:8) y seguramente sufrirá las consecuencias.
Los próximos 10 años están puestos para ser los años más turbulentos hasta ahora en toda la historia de Israel. Dios los está llamando de vuelta a Él y sabe que no lo harán fácilmente. Pero que llegan, llegan, y cuando lo hagan serán grandes noticias para todos nosotros. Porque si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración? (Romanos 11:12). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 16/05/2008.