Una Opinión por Jack Kelley
«Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra» (Joel 3:1-2).
«La Gente del Libro» es un nombre que inicialmente se les dio a los judíos y luego se extendió para incluir a los cristianos, ya que la fe cristiana también se basa en las enseñanzas del Libro. El mayor problema con los líderes que gobiernan a la Gente del Libro es que ellos no creen en el Libro. Versículos como el citado al principio no significan nada para ellos sino hasta que sea ya demasiado tarde.
Por ejemplo, tomemos a los líderes originales de la Gente del Libro. Una cosa es escuchar que este o aquel gobierno gentil tiene un plan para dividir a Israel, pero cuando nos enteramos que son los propios líderes de Israel los que están tratando de hacerlo, movemos nuestras cabezas en asombro. ¿Es que están determinados a terminar su propia existencia como nación?
La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es; pues vosotros forasteros y extranjeros sois para conmigo (Levítico 25:23).
Recientemente hemos escuchado rumores persistentes de que el gobierno de Olmert secretamente ha acordado re-dividir Jerusalén, a pesar de que sus propias leyes lo prohíben. Los palestinos afirman que el Primer Ministro (PM) Olmert ya ha acordado también entregar casi toda la Ribera Occidental. Y ahora nos enteramos que él le está prometiendo devolver los Altos del Golán a Siria a cambio de la paz. El gobierno turco dijo que le han entregado esa oferta a Siria, y que Siria ha confirmado haberla recibido.
El partido de oposición israelita, habiendo declarado que tan pronto sean electos van a cancelar todo acuerdo de paz que el actual gobierno ha hecho, ha convocado a una sesión de emergencia al Knesset para explicarle una vez más al primer ministro que no tiene el mandato ni la autoridad para hacer esa clase de ofertas.
Y como si eso no fuera suficiente, ellos tienen a unos foráneos haciéndoles promesas a nombre de ellos. Jimmy Carter, que afirma seguir el Libro, dice que respalda la oferta de diez años de Hamás para un pacto de paz y que él convenció a Hamás de aceptar a Israel como un vecino amigable. (Naturalmente, Hamás lo ha negado. Su Carta Constitutiva llama a la destrucción de Israel.)
¿Es que nos falla la memoria? Hamás propuso eso mismo hace dos años luego de haber tomado el poder, siendo sorprendentemente claros sobre sus intenciones. Tomando de su historia religiosa dijeron que era aceptable para ellos el ofrecer una tregua de 10 años a un enemigo actualmente demasiado fuerte para ser derrotado. Van a utilizar ese tiempo para atraer a su enemigo hacia un falso sentido de seguridad mientras aumentan su propia fuerza al punto de sentirse victoriosos. Tan pronto suceda eso estarán libres para romper esa tregua y atacar.
El ejemplo que usan es el del Profeta Mahoma que fue expulsado de Meca por los líderes Quraysh que eran más fuertes. Él negoció un tratado de 10 años con ellos, llamado el Tratado de Hudaybiya por el nombre de la ciudad en la que fue firmado, y luego fue a Medina para fortalecerse. 22 meses después marchó con su ejército, que ahora era más fuerte, en contra de Meca, y a pesar de que había firmado un tratado de 10 años con ellos, les exigió que se rindieran. Viendo que no podían vencerlo, se rindieron.
¿Por qué debemos creer ahora que esta nueva oferta es diferente? ¿Por cuánto tiempo más vamos a continuar viendo las intenciones del oriente bajo la perspectiva del occidente? «Oh, eso que dicen es para consumo local», dicen nuestros líderes, «No le prestemos atención». Y están en lo correcto, no les hagamos caso, pero eso siempre ha funcionado en contra nuestra.
Y en cuanto a los líderes de las otras Gentes del Libro, el Presidente Bush pareciera estar obsesionado con la idea de obtener su «solución de dos estados» antes de dejar la presidencia el enero próximo. La Secretaria de Estado Rice está a la par de él, quizás con la esperanza de ser seleccionada como la compañera de fórmula de John McCain.
Pareciera que todos tienen un plan para Israel. Todos estos planes incluyen cortar el país en pedazos y entregarlo ya desbaratado, y sus motivos siempre son los de sus propios intereses. El PM Olmert quiere rescatar su posición como líder de Israel. El Presidente Bush quiere mejorar su legado, y la Secretaria Rice quiere ser Vicepresidente. Nada de esto es un buen presagio para el pueblo de Israel. Sus supuestos amigos y sus propios líderes parecen estar determinados a venderlos a como dé lugar. Seguramente esto es lo que el Señor tenía en mente cuando inspiró a Isaías a decir:
Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos (Isaías 28:15).
Es cierto que este pasaje tendrá su cumplimiento final cuando Israel acepte al anticristo como su mesías. Pero ya podemos ver la tendencia emergiendo en aquellas personas que creen que controlan el destino de Israel al estar tomando repetidas decisiones que son contrarias a la voluntad de Dios, para acomodarse con Sus enemigos.
No se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel (Salmo 121:4) y no importa lo que los auto importantes hombres de este mundo intenten hacer, Él siempre lo hará a Su manera. Él convertirá a Jerusalén en una roca inconmovible para todos los pueblos. Los que intenten moverla quedarán despedazados (Zacarías 12:3).
Solamente deseo que la Gente del Libro tenga líderes que crean en el Libro. Si lo hicieran podrían entender que sin el Libro no habría ninguna razón para que Israel tuviera una tierra natal, y sus enemigos estarían justificados al decir que el mundo sería un lugar más pacífico si Israel dejara de existir. Pero Aquel Quien escribió el Libro sobre Israel tenía algo diferente en mente, como Sus enemigos pronto lo van a descubrir para su sorpresa y consternación eterna. Señor, que esto sea pronto. 25/04/2008.