Un Comentario Bíblico por Jack Kelley
Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. (Lucas 21:10-11)
¡Vaya! ¿Es que las cosas se están calentando, o qué? Terremotos y un tsunami que han causado un cataclismo nuclear en Japón, una nueva guerra en Libia (en la cual los EE.UU. se encuentran al borde de pelear del mismo lado de al Qaeda y Hezbolá), serios desórdenes en todo el medio oriente árabe, los palestinos preparándose para declarar de manera unilateral un estado en septiembre con el creciente apoyo europeo y de las NN.UU., e Israel amenazando en tomar algunas acciones unilaterales no especificadas por su cuenta, si eso sucede. Los cohetes y los misiles están siendo disparados de nuevo hacia Israel, y ya se habla en Israel sobre otra invasión a Gaza, quizás en esta próxima primavera.
Un video recientemente publicado proveniente de Irán muestra a varios oficiales allí anunciando que esto es lo que supuestamente tiene que suceder antes de que llegue el Madi. Según las profecías islámicas, este llamado anticristo islámico retornará a la tierra durante un período de gran caos para restablecer la paz y reorganizar el mundo bajo un califato islámico. Siete años después el mundo será juzgado.
En los EE.UU. el congreso se dirige hacia un enfrentamiento económico que puede resultar en cortar temporalmente los ingresos al gobierno. Los precios de los alimentos y los combustibles están aumentando de forma agresiva, y el Presidente Corporativo de Walmart ha confirmado que el precio de la ropa y otros artículos esenciales son los que siguen en el aumento. Las ventas de casas están en su nivel más bajo jamás registrado y el año 2011 promete sentar un nuevo récord en remates hipotecarios. La riqueza personal ha disminuido casi en un 25% desde hace tres años, y la mayoría de los estadounidenses están viviendo semana a semana y un número récord de personas capaces no pueden encontrar trabajo consistente de acuerdo a sus destrezas. Uno de cada siete estadounidenses ya está enrolado en el programa de cupones por comida debido a su incapacidad de poder comprar comida suficiente sin ninguna ayuda externa, y los expertos dicen que la tendencia en el aumento de los precios y la escasez actual continuará por años.
Los 50 Estados, que por ley deben nivelar sus presupuestos cada año, están sintiendo que cada vez les es más difícil lograrlo. Se cree ahora que muchos de ellos a sabiendas están de acuerdo en pagar paquetes de beneficios para los empleados de los sindicatos que eventualmente serán incapaces de pagar, y que situaciones como la de Wisconsin pronto serán más numerosas. Otros estados se han dado cuenta que es imposible continuar extendiendo beneficios a los inmigrantes ilegales que fueron diseñados para ayudar a los estadounidenses.
Las políticas del hombre que fue elegido por una amplia mayoría apenas hace dos años parecen estar diseñadas para confiscar la riqueza de la mayoría de los estadounidenses y ponerle fin al estado de súper potencia de los Estados Unidos al eliminar el poco valor que el dólar aun tiene. Más y más expertos nos están advirtiendo que nos preparemos para una híper inflación que es seguro que llegue cuando el resto del mundo deje de prestarle dinero a los EE.UU. para financiar sus déficits. Ya un 70% de ese dinero viene del aire, cortesía de la Reserva Federal.
La afirmación de que las protestas en el Medio Oriente están buscando únicamente un estilo occidental democrático, es pura ficción. Toda esa gente está protestando en contra de las mismas condiciones económicas que pronto prevalecerán en los EE.UU. El resultado aquí será el mismo que allá, y no está muy lejos de suceder. Según observadores competentes, las protestas en contra de la escasez de alimentos y el creciente desempleo empezarán a estallar en los EE.UU. dentro de un año, por esta fecha, si no antes.
Lo que más me sorprende a mí es el hecho de que tanta gente de todo el espectro político y religioso están viendo este año o el próximo, como el que va a traer los eventos que cambiarán las cosas para siempre. Ya sea el Califato Islámico, el Nuevo Orden Mundial, la Era de Acuario, el Rapto de la Iglesia, o lo que fuera, todos estos puntos de vista previenen tiempos severos en los meses venideros, pero prometen un final feliz para sus seguidores.
¿Qué Dice La Biblia?
Por supuesto, la Biblia nos dice que únicamente la Iglesia tiene el derecho de entusiasmarse sobre el futuro. Eso es porque mientras las cosas se empeoran en el mundo es que estamos más cerca de ser reubicados a nuestro hogar permanente.
Sobre este asunto tenemos la promesa de Aquel que no puede mentir y que tiene un historial de 6.000 años de predecir y cumplir la profecía sin cometer ningún error. Esta afirmación ninguna otra llamada deidad puede hacerla.
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19).
“Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho” (Isaías 46:10).
Esta es una de las declaraciones de la firma que Dios ha estampado en la Biblia y Él la ha respaldado con Su propio cumplimiento.
“Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad” (Isaías 48:3).
Él hizo esto para demostrarle a Israel, y a nosotros también, que Él es Quien dice ser. Pero algunas personas dirán: “Todo eso está en el pasado, ¿Qué acerca del futuro?
Su respuesta la encontramos en Isaías 48:6: “Lo oíste, y lo viste todo; ¿y no lo anunciarán ustedes? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías”.
Si Él ha apostado Su reputación sobre la exactitud y la honestidad del Antiguo Testamento, ¿haría Él las cosas diferentes en el Nuevo Testamento? Hebreos 13:8 dice que Él es el mismo ayer, hoy y siempre. ¿Y qué es lo que Él nos ha prometido sobre las señales de que los tiempos finales están encima de nosotros?
Hablando de las condiciones que describí al inicio de este artículo, nuestro Señor dijo: “Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención” (Lucas 21:28 NVI).
Las señales de los tiempos finales son advertencias para el mundo incrédulo de que la paciencia de Dios está llegando a su fin y que el juicio viene. Pero para nosotros, estas son señales de que estamos por empezar una nueva vida llena de gozo y emoción, la cual no podemos ni siquiera imaginar. Seguramente esta será un poquito movida durante el proceso, pero debemos recordar que a pesar de que los dolores de parto hacen que la madre y el bebé se sientan incómodos, al final el resultado es el feliz comienzo de una nueva vida. No fue por accidente que el Señor se refirió a las señales de los tiempos de esa manera. Puesto que nuestra nueva vida no está aquí en la Tierra, eso significa que el comienzo de las señales de los tiempos finales que Él mencionó, indican que pronto nos iremos.
“En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo se los hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para ustedes. Y si me fuere y les preparare lugar, vendré otra vez, y les tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, ustedes también estén” (Juan 14:2-3).
La indicación más confiable de que Jesús vendrá por nosotros es que Él primero se fue. Y observemos que Él no dijo que volvería para estar donde nosotros estamos, como sería el caso si hubiera tenido en mente Su Segunda Venida. Él dijo que Él vendría para llevarnos a donde Él está. Jesús se estaba refiriendo al Rapto.
“Yo conozco… [que] aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre… Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra” (Apocalipsis 3:8, 10)
La palabra griega traducida “de” literalmente significa “fuera de” o “lejos de”. Eso incluye el tiempo, el lugar y la causa. Jesús nos va a remover del tiempo y del lugar de la hora de la prueba porque nosotros no somos la causa de ella.
Esta misma palabra griega se usa en Apocalipsis 7:14 en donde un anciano le dice a Juan que la multitud que él ha visto ante el Trono de Dios en el Cielo está formada por la gente que ha salido de la Gran Tribulación. Puesto que la Gran Tribulación no empieza sino hasta en Apocalipsis 13, algunas personas se han confundido con esto. Al entender que la palabra griega traducida “fuera de” significa ser uno removido tanto del tiempo como del lugar del evento al que se hace referencia, se elimina esa confusión.
De hecho es que el anciano estaba diciendo que todas esas personas habían llegado al cielo antes de que empezara la Gran Tribulación. Ellas se perdieron el Rapto, el cual habría sucedido unos capítulos antes, así que no son parte de la Iglesia. Ellas son creyentes de después de la era de la iglesia los cuales habrían perdido sus vidas durante los juicios de los sellos (Apocalipsis 6:8).
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona” (Apocalipsis 3:11).
Yo creo que la corona a la que Cristo se refiere aquí es la corona de justicia la cual le será otorgada a todas aquellas personas que aman Su venida (2 Timoteo 4:8). Él está diciendo, “No se desanimen. Yo les prometí que vendría por ustedes, y lo haré”.
Existen muchas otras pruebas bíblicas sobre el Rapto antes de la tribulación sobre las cuales he escrito muchas veces en el pasado. Mi meta aquí era solamente resaltar algunas de las promesas que el mismo Jesús nos hizo a nosotros y reforzar nuestra creencia que, basada en la actuación pasada, nuestra fe en estas promesas se justifica más allá de toda duda.
Por consiguiente, no tenemos ningún motivo para temerle a los días difíciles que se avecinan y no existe ninguna justificación para tener incertidumbre acerca del futuro, porque nuestro destino ha sido garantizado por el mismo Dios. Él es quien nos hace estar firmes en Cristo. “El que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (2 Corintios 1:21-22). Tenemos Su promesa en ello. Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 02/04/11