Nuestra Picazón de Oídos

Una Opinión por Jack Kelley

Porque llegará el tiempo cuando las personas no soportarán la sana doctrina, sino que para satisfacer sus propios caprichos, se rodearán de maestros que les digan lo que en su picazón de oír quieren escuchar (2 Timoteo 4:3).

Usualmente este versículo se cita en relación con algún movimiento de la Nueva Era o de la Iglesia Emergente. Pero yo creo que también se puede aplicar a los estudiantes de la profecía. Y es porque estamos tan ansiosos por el Rapto que periódicamente salimos preparados a medias solo para terminar desconcertados frente a los negadores y burladores.

Y esto no es nuevo. Hubo un gran fervor mesiánico durante el tiempo antes de la primera venida del Señor también. Y aun después que Israel lo rechazó, la expectativa de un Mesías venidero aun era parte de la vida judía cuando Simón Bar Kochba dirigió una revuelta en contra de los romanos en el año 135 d.C. Él había sido confirmado como el Mesías por un rabino principal y en la realidad derrotó a la Décima Legión Romana antes que ser capturado y ejecutado, terminando así tanto la revuelta como también terminó la nación de Israel.

Otra de las expectativas mesiánicas resultó en las Cruzadas y en la creencia de que Jerusalén debía de ser conquistada en nombre de la Iglesia para que el Señor pudiera retornar. Esta fue la forma más temprana de la teología del dominio la cual nació de una interpretación de la profecía la cual originalmente se consideraba que apaciguaría a los romanos. Durante los primeros días de la Iglesia, los romanos habían rechazado el cristianismo porque la Biblia enseñaba que Jesús retornaría para ser Rey del Mundo. Esta era la posición que ocupaban los emperadores romanos, quienes comprensiblemente se rehusaban a quitarse del camino. Los teólogos de la Iglesia los convencieron que el Milenio se estaba llevando a cabo en el Cielo por lo que el Señor no retornaría por otros mil años. Esto facilitó el camino para que el cristianismo fuese aceptado pero llevó a la creencia, 700 años después, que Jerusalén debía de ser una ciudad cristiana para facilitar así el retorno del Señor. Innumerables personas, muchas de las cuales eran judías, murieron debido a esta interpretación errónea de las Escrituras.

Durante el tiempo que llevó a la Segunda Guerra Mundial, muchos eruditos creyeron que Hitler era el anticristo y vieron esa guerra como la batalla final entre el bien y el mal. Un pequeño número de eruditos señalaron que puesto que Israel no estaba en su Tierra, eso no podría ser el final de la era, pero muchos creyentes sí creyeron que el fin estaba sobre nosotros.

En la década de los años de 1970, el movimiento de Jesús atrajo a miles de jóvenes a la Iglesia, y la fiebre mesiánica volvió a encenderse. Uno de los mejores maestros de ese movimiento empezó a sugerir que el Rapto tendría lugar en el año 1981, basado en la creencia incorrecta de que la Segunda Venida sucedería en 1988, y el nivel emotivo aumentó aun más. Cuando eso no sucedió, aquellas personas que se habían unido a este movimiento solo para tomar el viaje se apartaron, y aun entre los verdaderos creyentes el punto de vista pretribulacional del Rapto fue severamente golpeado debido a todos esos creyentes que fueron desilusionados los cuales buscaron sus propias excusas para justificar sus ahora truncadas esperanzas. Muchos de ellos dejaron de tomar la profecía de manera literal y se volcaron a la manera alegórica.

De nuevo, a finales de la década de los años de 1980, otro punto de vista incorrecto de Mateo 24:34 dio como resultado la publicación de un libro que listaba 88 razones del porqué el Rapto sucedería en el año 1988. Ese libro fue un “best seller” (de mayor ventas), pero estaba totalmente equivocado, y a las más de cien mil personas que lo compraron, su fe les fue maltratada innecesariamente.

Estos dos últimos ejemplos se basaron en una creencia errónea de que el Señor había prometido retornar en el término de una generación después que Israel había renacido como nación. Lo que Él realmente dijo a ese efecto fue que la generación que naciera cuando se diera la primera señal de los tiempos del fin, aun estaría viva para la Segunda Venida. A pesar de que muchas personas concuerdan en que el renacimiento de Israel fue el punto de inicio, es el tiempo de vida de quienes nacieron entonces lo que determina el lapso de tiempo y no la duración de una generación. Pero cuando el Rapto no ocurrió en 1988, algunos de estos maestros simplemente cambiaron su punto de partida a Junio de 1967, fecha de la reunificación de Jerusalén, y le añadieron 40 años a esa fecha, sin nunca darse cuenta que no era el punto de inicio lo que estaba incorrecto, sino que es la mala interpretación de ese versículo. Llegó Junio de 2007 y también pasó, y nada del Rapto.

Hoy en día hay otro caso de fiebre mesiánica sobre nosotros, y tiene que ver con lo que yo le llamo el Escenario de la Luna Roja. En el año 2015 habrá eclipses lunares a la par de la Pascua y de la Fiesta de los Tabernáculos. Cada uno será precedido por un eclipse solar, lo cual será un espectáculo único en todo el Siglo XXI. Estos eclipses en tándem ya han ocurrido cuando Israel estaba naciendo de nuevo en 1948 y cuando Jerusalén fue recapturada en 1967.

Algunas personas están pensando que esto señala el retorno del Señor en Septiembre de 2015, basándose de nuevo en una interpretación incorrecta de las Escrituras. Ellas declaran que Ezequiel 40:1 dice que el Señor va a retornar en el décimo día del mes primero, y están utilizando el calendario civil de Israel para llamar a ese día el 23 de septiembre de 2015, cinco días antes del eclipse lunar final, como el día al cual Ezequiel señalaba.

Yo creo que estos maestros no están tomando en cuenta varios hechos. Para empezar, Ezequiel fue entrenado para ser sacerdote y siempre utilizó el calendario religioso el cual empieza en la primavera. Fue el mismo Dios Quien ordenó este cambio del Año Nuevo del otoño, a la primavera en Éxodo 12. Entonces, el primer mes es marzo, no septiembre.

El mayor problema puede ser que a pesar de que Mateo 24:29 dice que un oscurecimiento del sol y de la luna va a marcar el fin de la gran tribulación, el Señor claramente dijo que los creyentes en la tierra en ese momento no van a conocer ni el día ni la hora de Su Segunda Venida (Mateo 24:42, 44, 25:13). Los eclipses solares y lunares, uno detrás del otro, parece que disputan esas afirmaciones. Lo más probable es que el sol y la luna tendrán la apariencia de estar oscurecidos debido al humo y las partículas de polvo que flotan en el aire debido a toda esa destrucción.

Y para que el Señor retorne en septiembre de 2015, la Semana Setenta de Daniel tiene que dar inicio en Septiembre de 2008. Eso quiere decir que Israel debe de experimentar una conversión nacional y estar de vuelta en la relación del Antiguo Pacto que disfrutaban en el Antiguo Testamento. (Hoy día solamente como uno de cada cuatro israelitas admite ser un judío religioso.) Luego tendrían que tomar una decisión oficial para construir un Templo en Israel, a sabiendas de que con eso se encendería una furia a un nivel sin precedentes de sus vecinos musulmanes en el Medio Oriente, y también en muchas partes del mundo en general. Luego un líder con suficiente influencia en la comunidad mundial tendría que aparecer en su rescate para hacer cumplir un contrato de siete años que permita todo esto.

Yo creo que el Templo puede ser construido en cualquier momento durante la primera mitad de la Semana Setenta de Daniel. Pero para que la profecía de la luna roja del año 2015 se pueda cumplir, debemos ver un cambio importante en la actitud de Israel hacia Dios para que de inmediato de inicio la Semana Setenta de Daniel. En el momento en que se escribe esto, nos quedan menos de dos meses para que cinco millones de judíos israelitas de pronto se conviertan en religiosos y estén de acuerdo en regirse por la Ley.

¿Qué haría que eso suceda? Algo verdaderamente milagroso, de seguro. Yo creo que Ezequiel 39:22 nos dice que la victoria de Dios sobre los enemigos de Israel logrará justamente eso. Pero olvídense de la falsa paz y las ciudades sin muros. ¿Podrá la batalla de Ezequiel ser movilizada y ganada en menos de 30 días?

En conclusión, yo no creo que estos maestros hayan hecho su tarea y, por consiguiente, están haciendo más daño que bien. Una erudición como esa nunca será tolerada en la comunidad secular y aquellas personas que la proponen serán el hazmerreír de todos ellos. Pero hay algunos cristianos que están tan ansiosos por el Mesías que aceptarían cualquier cosa que les haga creer que Él viene pronto. Y la mayoría de nosotros no conocemos lo suficiente de la Biblia como para poder tener discernimiento.

Por favor créanme cuando les digo que yo creo que Él viene pronto, y tengo toda la esperanza en mi corazón de que estoy en lo correcto. Pero yo no voy a permitir que esa mi esperanza nuble mi entendimiento o cause que ignore lo que la Biblia enseña. Los seguidores de esta hipótesis son muy populares en este momento y tienen a mucha gente muy entusiasmada. Pero solamente es porque ellos están diciendo lo que nuestra picazón de oídos quiere escuchar, y no porque ellos estén en lo correcto. ¿Quién sabe cuántas personas verán su fe sacudida en la exactitud de la Palabra de Dios esta vez? 18/08/2008