Un Comentario Bíblico por Jack Kelley
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.” (Apocalipsis 10:8-10)
Durante años los comentaristas han estado advirtiendo que los Estados Unidos de Norteamérica van a ser juzgados. Hemos llegado al punto de redefinir la homosexualidad como meramente un estilo de vida alternativo y el asesinato de 50 millones de bebés antes de nacer en nombre de la planificación responsable de la familia. Estos son indicadores principales de que los estadounidenses se encuentran en las fases finales de la rebelión en contra de Dios. Aun a Billy Graham, quien no es conocido por su retórica inflamatoria, se le ha citado diciendo, “Si Dios no juzga a los Estados Unidos de América, él tendría que pedirles perdón a Sodoma y a Gomorra”.
Los que estudiamos la profecía bíblica hemos con regularidad advertido que los EE.UU. está en el paso del cumplimiento de una señal principal del tiempo final, el ascenso de un súper estado europeo hacia el dominio mundial. Ya sea que sea visto como una forma de la Unión Europea o de un califato islámico, todos están de acuerdo en que algo tiene que suceder para sacar del camino a los EE.UU. antes de que esto pueda subir al escenario principal. (Con las condiciones en Europa Occidental estando como están, cada vez parece más y más que la opción islámica prevalecerá, pero esa es una discusión para otro día.)
Recientemente la combinación de desgracias sociales, económicas y políticas en los EE.UU. hacen parecer que nuestro momento de juicio está llegando, cuando un creciente número de expertos están pronosticando días aún más oscuros adelante para los EE.UU. Ese es un sentimiento que nuestro gobierno no está siendo lo suficientemente honesto hacia nosotros sobre asuntos como las tasas de desempleo, los costos de los préstamos, la declinación del dólar, etc., y la “persona de la calle” está empezando a pensar si la situación es peor de lo que se nos ha llevado a creer.
¿Y Eso Qué Tiene Que Ver Conmigo?
Los eruditos pretribulacionistas con frecuencia enseñan que la Iglesia será arrebatada antes de que suceda cualquier juicio serio. Pero los millones de personas que no pueden encontrar trabajo y que han perdido sus casas o han visto sus ahorros desaparecer, le pueden decir a usted que todo parece estar poniéndose muy serio ya. (Y no olvidemos a los creyentes en otras partes del mundo que se están enfrentando a aún peores condiciones, con cientos de ellos siendo martirizados por su fe cada día.) En ningún lado promete la Biblia que vamos a desaparecer silenciosamente del regazo del lujo de la Tierra hacia la bendición eterna que nos espera sin tener por un momento que sufrir ninguna incertidumbre. Al contrario, Jesús dijo que en este mundo tendríamos aflicciones (Juan 16:33).
Todos sabemos que los Estados Unidos de América están abiertos a rebelarse en contra de Dios. Existen muchas áreas en nuestra vida nacional que no son aceptables. Anteriormente he mencionado el aborto y la homosexualidad, pero la lista también incluye docenas de otras cosas como la corrupción gubernamental, la depravación sexual como diversión, un sistema jurídico resquebrajado, etc. ¿Y qué hay de nuestra estrategia pacificadora hacia el islam? No se queda corta de la clase de flirteo que los judíos tuvieron con la filosofía griega y la religión durante el reinado de los seleucos hace 2.200 años. Eso causó su completa subyugación por parte de los griegos. ¿Creen ustedes que esto va a ser diferente? Ya los islámicos han declarado públicamente que su meta es la subyugación.
Mientras que el juicio venidero permaneció en algún futuro indefinido, era fácil estar de acuerdo con las personas que dicen que eso es lo que nos merecemos. Pero cuando las noticias y la profecía bíblica convergen, diciéndonos que el momento del juicio puede estar más cerca de lo que pensamos, eso es un asunto diferente. De pronto ya no es tan emocionante, y eso es lo que Juan quiso decir cuando expresó que el librito era dulce en su boca como la miel, pero que cuando lo comió amargó su vientre. Él sabía que el juicio que se le dijo que profetizara era justo y equitativo (dulce como la miel), pero observarlo cuando sucedía le enfermaba el estómago.
Todos nosotros amamos la idea de ser la generación que ve el retorno del Señor, y es el tiempo más emocionante en toda la historia humana. Pero también es un tiempo muy perturbador para estar aquí, uno que nos pone muy fuera de nuestra zona de confort y que necesita una clase de fe que la mayoría de nosotros nunca la hemos tenido anteriormente.
Entonces, ¿Qué Podemos Hacer?
Yo no soy ningún consejero en finanzas así que no les ofrezco ningún consejo en ese departamento. La clase de consejo que puedo ofrecerles es espiritual, y eso es bueno porque todo esto es un asunto espiritual. Si ustedes aún no lo han hecho, estudien las promesas de Dios, especialmente Mateo 6:24-34. Y no quiero decir con esto que solamente las lean. Estúdielas verdaderamente.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?
Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.
Para que estas promesas se cumplan en ustedes, busquen cómo honrar a Dios en todo lo que hacen. Cuídense de evitar un comportamiento que pueda decepcionar, avergonzar u ofender a Dios. Cierto, usted es salvo y salva por gracia, pero eso no le otorga ninguna licencia para pecar. Muestre algún agradecimiento. Después de todo, usted no puede morder la mano de quien le da el alimento. Cuando usted peque, confiese ese pecado rápidamente y con frecuencia, con la confianza de que usted será perdonado y perdonada. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9).
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38). Den generosamente con un corazón agradecido. Y recuerden, su diezmo no es una medida de su generosidad. Ninguna persona que ha disfrutado de una cena suculenta se le consideraría generosa por dejar el 10% de propina. La generosidad es lo que usted de manera voluntaria da más allá de su diezmo. Y también recuerden esto. Por medio de la generosidad suya en la Tierra, la cual se su hogar temporal, usted estará guardando tesoros en el Cielo, el cual es su morada permanente (Mateo 6:19-21; 2 Corintios 4:18). ¿Prefiere usted estar bien por un corto de tiempo aquí, que estarlo eternamente allá?
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo” (Efesios 4:26-27). No deje que su ira por alguna ofensa, sin importar lo justificada que sea, le ponga fuera de comunión con Dios. No vale la pena. Perdone a todas aquellas personas que le han hecho algún daño y busque el perdón de las que usted ha dañado. “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18). Cuando nuestros caminos son agradables al Señor, Él hace que aún nuestros enemigos vivan en paz con nosotros (Proverbios 16:7).
Mantenga una actitud de agradecimiento. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” (Filipenses 4:6-7). No se preocupe de nada, ore siempre, sea agradecido y agradecida en todo. Es cierto, Jesús dijo que tendríamos aflicciones en este mundo. Pero Él también dijo, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Y porque Él ya lo hizo, nosotros también lo haremos. Mantenga las cosas en su debida perspectiva. En un corto tiempo todo esto habrá pasado y estaremos embarcándonos en la aventura de nuestra vida.
Esto es solamente el principio, pero es un buen principio. Asumiendo que el curso ya está trazado, y las naciones poderosas no estarán dispuestas a cambiar sus estrategias, podemos esperar que las cosas se vuelvan más y más inestables. Un creciente número de expertos de todo el espectro están prediciendo que pronto la vida se volverá perceptiblemente más difícil.
Y por supuesto a aquellas personas entre ustedes que han desechado este artículo como otro artículo religioso sin sustancia, cuando lo que necesitan es algo que contenga consejos reales del mundo, les digo esto. El hecho de que ustedes piensen que pueden sobrevivir a cualquier cosa, sea lo que fuere, que venga por sus propias fuerzas, muestra lo alejados y alejadas que están para llegar a reconstruir su fe en el Único que puede ver a través de ustedes. Siguiendo el consejo de Mateo 6:24-34 es una manera segura de mantener su rumbo en los días venideros. Busquen primero en reino de Dios y Su justicia y dejen que Él se encargue de lo demás. Él dijo que lo haría. Selah 02/07/11