Rompiendo La Alianza Entre Israel Y Turquía

Un Estudio Bíblico Por Jack Kelley

Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, pon tu rostro contra Gog en tierra de Magog, príncipe soberano de Mesec y Tubal, y profetiza contra él, y di: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra ti, oh Gog, príncipe soberano de Mesec y Tubal. Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas; Persia, Cus y Fut con ellos; todos ellos con escudo y yelmo; Gomer, y todas sus tropas; la casa de Togarma, de los confines del norte, y todas sus tropas; muchos pueblos contigo (Ezequiel 38:1-6).

A mediados de los años de 1980 fue cuando me convertí en un estudiante serio de la profecía bíblica. Durante todo este tiempo han existido tres barreras que han evitado el cumplimiento de la profecía de Ezequiel 38-39 la cual narra sobre una batalla venidera entre Israel y una coalición de naciones musulmanas. Decir que esta es una profecía importante es quedarse uno corto porque esta batalla va a hacer que Israel retorne a su relación de pacto con Dios. También va a producir la aparición del anticristo y, a través de él, la confirmación de un tratado con el cual dará inicio el tiempo conocido como la Semana Setenta de Daniel, la cual corresponde a los últimos siete años antes que el Señor retorne para establecer Su Reino en la Tierra. La última mitad de este período se conoce como la Gran Tribulación, la cual, el mismo Señor dijo, sería el tiempo más devastador para la humanidad en toda la historia humana. (Mateo 24:21).

Dos de estas tres barreras son bíblicas y están identificadas en la profecía de Ezequiel. La nación que llamamos Turquía hoy día tiene que estar del lado musulmán, e Israel tiene que ser tomada por sorpresa, como un pueblo en paz y confiado, como lo describe Ezequiel 38:11. En este momento Turquía está comprometida con Israel por medio de varios tratados militares y económicos, e Israel está constantemente en un alto nivel de alerta militar, listo para un ataque que puede suceder en cualquier momento.

La tercera barrera es de carácter pragmático. Los EE.UU. siempre han mantenido una posición protectora hacia Israel y ha prometido ayudar a Israel en caso de un ataque. Ninguna nación se ha atrevido a enfrentarse a un contraataque de los EE.UU. por un ataque a Israel de la magnitud que describe Ezequiel.

Pero ahora, dos de estas barreras parece que están siendo derribadas. Es como que si alguien en los altos niveles del gobierno de los EE.UU. haya leído la profecía de Ezequiel, se ha reunido con otras personas que toman decisiones y han decidido qué pueden hacer para que eso suceda. Lo que quiero decir es lo siguiente.

Observen Lo Que Hago, No Lo Que Digo

El Jefe del Gabinete del Presidente Obama, Rahm Emanuel, recientemente le dijo a un líder judío: «En los próximos cuatro años habrá un arreglo permanente entre Israel y los palestinos en base a dos estados para dos pueblos, y a nosotros no nos importa quién sea el primer ministro».

Esta es una declaración increíble, dado dos eventos recientes. Uno es que el Presidente Obama acaba de regresar de su «viaje de disculpas» durante el cual les pidió a los líderes europeos y árabes que perdonaran a los EE.UU. por haber sido tan arrogante en el pasado y prometerles que en el futuro eso será diferente. Y el otro es que el pueblo judío acaba de elegir a un grupo de líderes que se oponen a la solución de dos estados, habiendo correctamente hecho la observación de que el haber renunciado a Gaza les produjo exactamente lo opuesto a los resultados deseados, por lo que no existe ninguna justificación para creer que el renunciar a la Ribera Occidental y a la mitad de Jerusalén, el resultado sería diferente. Aun esa «paloma» permanente, Shimon Perez, dice ahora que Israel no hará nada que debilite su seguridad.

Pero como si no hubiera escuchado la disculpa de su jefe ante el mundo, el señor Emanuel dijo que los EE.UU. ejercerá la presión necesaria para asegurarse de que ese asunto se lleve a cabo. «Cualquier forma de tratar el problema nuclear iraní dependerá del progreso de las negociaciones, y de una retirada de Israel de la Ribera Occidental», dijo. En otras palabras, la comprensión que tengan los EE.UU. de las preocupaciones de Israel sobre las armas nucleares de Irán, depende del deseo que Israel tenga de abandonar la Ribera Occidental y de permitir el establecimiento de un estado palestino allí, y también en Jerusalén Este.

La Secretaria de Estado, Hillary Clinton estuvo de acuerdo al decir que si Israel se abstiene de comprometerse en las conversaciones de paz con los palestinos, arriesgará perder el apoyo árabe en su lucha en contra de la amenaza iraní-y por clara implicación, arriesgar también perder el apoyo de los EE.UU.

«Para que Israel obtenga la clase de apoyo que está buscando frente a Irán, no puede permanecer al margen con respecto a los palestinos y al esfuerzo de paz. Ambos van de la mano», le dijo Clinton al Comité de Apropiaciones del Congreso.

Según el autor y comentarista Joel Rosenberg, se vislumbra un descarrilamiento entre los EE.UU. e Israel sobre el asunto iraní. Rosenberg dijo, «La Casa Blanca y el Departamento de Estado parecen no entender la escatología radical chiíta por la cual se rige Teherán, y es por eso que no entienden cuán riesgoso es lo que está en juego aquí. Peor aun, se están acercando peligrosamente a convertirse en apaciguadores del régimen de Ahmadinejad».

Rosenberg estaba haciendo referencia a la creencia entre los líderes de Irán, que durante un tiempo de caos extremo en la Tierra, el duodécimo Imam del Islam, un personaje mesiánico llamado al Madi, aparecerá para restablecer la paz y establecer un califato universal bajo la autoridad musulmana. El Presidente Ahmadinajad cree que él ha sido llamado a asumir el poder para llevar a cabo el propósito específico de apresurar la llegada de al Madi produciendo el caos necesario. (Yo creo que todos podemos estar de acuerdo en que él está en una buena posición para hacerlo.)

Un editorial de esta semana publicado en un diario israelita concluyó, «Los norteamericanos no van a mover ni un dedo (para ayudar a Israel en contra de Irán) a menos que quede claro que el blanco principal es Norteamérica.». El diario dijo que Israel «debe estar preparado para la guerra en un campo y en un momento que no son de nuestro agrado».

Y Ahora, Mi Siguiente Truco

Para no ser superado y sin haberle consultado o siquiera informado a Israel, el Presidente Obama ha aprobado una gran venta de armamento que los turcos le harán al ejército libanés, cuya mitad está conformada por chiítas leales a Hezbolá. Cuando firmaba el acuerdo del armamento en Ankara el martes 21 de abril, el presidente libanés, General Michel Suleiman, una vez más, prometió públicamente colocar el ejército libanés a disposición de Hezbolá ante cualquier confrontación con Israel.

Esto fue tomado como una prueba más de que los EE.UU. están sordos a las preocupaciones israelitas sobre su seguridad. Existe una creciente convicción en Jerusalén de que el señor Obama apoyó esta transacción como una forma de romper el actual acuerdo militar que por tanto tiempo han sostenido Israel y Turquía, porque interfiere con sus objetivos para el Medio Oriente. Siendo imparciales, la relación entre Israel y Turquía se ha venido deteriorando lentamente durante varios años. De hecho, los primeros ejercicios militares conjuntos jamás efectuados, entre Siria y Turquía, están programados para dar inicio el 27 de abril de 2009. Pero el aprobar una gran venta de armamento que tan obviamente va a beneficiar a uno de los enemigos jurados de Israel, se ve como un gran esfuerzo para acelerar este deterioro.

Si él logra romper la alianza entre Israel y Turquía, el señor Obama habrá ido al extremo de facilitarle a Turquía pasarse al otro lado de la alineación de Ezequiel. Al tener una población de mayoría musulmana y habiendo sido excluida durante años de la UE, Turquía encontrará un abrigo natural entre las demás naciones islámicas del Medio Oriente.

Durante todo el tiempo que he estudiado la profecía, la pregunta ha sido, «¿Qué se necesitará para que los EE.UU. le den la espalda a Israel?» Durante mucho tiempo se ha creído que algo tan demoledor como el Rapto de la Iglesia lo podría hacer. Luego, después de lo del 11 de septiembre, fue obvio ver que un ataque terrorista, o aun la amenaza creíble de uno semejante a ese, pudieran obligar a que los EE.UU. se retiraran. Pero ahora parece que el asunto es efectuar un cambio en la política exterior de los EE.UU. Y sin importar cuáles garantías otorguemos, el obligar a Israel a aceptar un acuerdo que seriamente amenace su seguridad nacional, y luego armar a uno de sus feroces enemigos mientras estamos forzando una separación entre Israel y un aliado importante, apuntan hacia un cambio de política de los EE.UU. que el pueblo de Israel ha leído fuerte y claramente.

Dos Eliminados, Queda Uno

Esto deja la tercera barrera. Y es el hecho de que Israel no es, ni nunca ha sido, un pueblo en paz y confiado. En todos los 60 años de su historia moderna, el único momento en que Israel ha estado cerca de ajustarse a esa descripción fue justo antes de la Guerra del Yom Kippur de 1973, y ya nosotros sabemos qué sucedió entonces. ¿Qué sería necesario para derribar esta última barrera?

Resulta que al derribar las dos primeras, la administración Obama estará apresurado el día cuando la tercera barrera también caiga. Y así es cómo eso sucedería.

El imponer una solución de dos estados no va a producir la paz en el Medio Oriente. De hecho sucederá lo opuesto. La guerra será lo más probable. Refiriéndose a los Acuerdos de Oslo de 1993, los expertos han estado insistiendo que el resultado final del proceso de paz será la guerra. Y no se equivoquen ustedes. Tan pronto los enemigos de Israel crean que Israel ha sido debilitado lo suficiente y han obtenido todo lo que han podido por medio de las negociaciones, atacarán. Lo más probable es que este ataque provenga de los enemigos vecinos de Israel los cuales se están armando y preparando a pasos rabiosos. Isaías 17 y el Salmo 83 indican que Israel saldrá victorioso y enemigos como Hamás, Hezbolá, la AP, Siria y Líbano, dejarán de ser una amenaza. (Esto explica porqué ninguno de ellos se menciona en la lista de atacantes de Ezequiel.) Cuando eso suceda, Israel creerá que finalmente estará seguro, y se tomará un respiro, y Ezequiel 38:8 dice que cuando estén viviendo confiadamente es cuando ese ataque sucede. La palabra hebrea denota una percepción más que un hecho, y la palabra descuido se incluye entre sus significados.

Así que el curso parece que ya está trazado e Israel quedará solo protegiéndose por su propia cuenta, tal y como Ezequiel lo profetizó. Un ataque «no autorizado» a las instalaciones nucleares iraníes los distanciará aun más, y eso puede ser lo que provoque la batalla del Salmo 83.

¿Qué Es Tal Dulce Como La Miel?

Tanto Ezequiel (Ezequiel 3:3, 14) como Juan (Apocalipsis 10:9), recibieron instrucciones para comerse un rollo, o libro, de profecía, y ambos dijeron que así como sabía dulce en sus bocas, se volvía amargo después. La profecía es generalmente así. Todos sabemos que el resultado final es llevar al pueblo de Dios a un punto en el que Él los pueda bendecir como lo ha querido hacer por tanto tiempo, y al leerlo, produce gozo en nuestros corazones. Pero cuando nos damos cuenta cuánta angustia y destrucción sucederá en el proceso debido a la naturaleza rebelde de las personas, nos produce náuseas. Para los norteamericanos, quienes siempre han sentido que hay una conexión fuerte entre la religión y el patriotismo, esto es especialmente difícil de observar. Quizás por eso es que Pablo nos advirtió que no miráramos las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas (2 Corintios 4:18). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 25/04/2009