Salmo 111

Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren. Gloria y hermosura es su obra, y su justicia permanece para siempre.

Ha hecho memorables sus maravillas; clemente y misericordioso es Jehová. Ha dado alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su pacto. El poder de sus obras manifestó a su pueblo, dándole la heredad de las naciones. Las obras de sus manos son verdad y juicio; fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, hechos en verdad y en rectitud. Redención ha enviado a su pueblo; para siempre ha ordenado su pacto; santo y temible es su nombre. El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos; su loor permanece para siempre.

En el idioma hebreo, el Salmo 111, es un poema en forma de acróstico. Comenzando con la primera letra del alfabeto hebreo, Alef, cada medio párrafo empieza con la siguiente letra y así continúa hasta completar las 22 letras. Es un himno de alabanza al Señor que es obvio y que probablemente tomó un tiempo considerable componer.

Muchos cristianos hoy día pasan muy poco tiempo alabando al Señor. A las iglesias a las que he asistido siempre he visto a algunas personas que llegan tarde, como si el tiempo de adoración y de alabanza es un tiempo de gracia que realmente no cuenta. Si estas personas no alaban al Señor los domingos cuando están supuestos a hacerlo, ¿cuánto tiempo utilizarán para hacerlo entre semana?

Muchos padres de familia se han visto frustrados una y otra vez porque sus hijos e hijas han tomado por sentado el estilo de vida que les hemos dado. Entonces, deberíamos pensar cómo es que el Señor se siente ante nuestra indiferencia hacia las cosas que Él nos ha proveído. Estoy seguro de que Él entiende que no tenemos manera de saber de los esfuerzos que se requieren para protegernos de los ataques espirituales en nuestra contra. Mucho de ello se lleva a cabo sin que nos demos cuenta. ¿Pero y qué de las cosas que Él hace para nosotros que son obvias? Cosas pequeñas que hace y que facilitan nuestras vidas, y aun las cosas más grandes que son de gran bendición y que generalmente pasan desapercibidas y se toman como de la buena suerte, o de las circunstancias, o aun son ignoradas del todo.

Algo de esto es debido a la naturaleza humana, y algo también se debe al hecho de que durante todas nuestras vidas se nos ha enseñado de darle el crédito a todo y a todos menos a Dios. Yo les desafío a ustedes a que se esfuercen por terminar con todo eso. Empiecen a dar gracias por todas las cosas buenas que suceden a diario, sin importar lo pequeñas que sean, aun si al hacerlo nos sentimos un poquito tontos. Entonces, tres cosas buenas nos sucederán. Primero, ustedes se sorprenderán de cuántas cosas buenas hay una vez que empiecen a buscarlas. Segundo, ustedes sentirán la experiencia del gozo del Señor con más consistencia en sus vidas. Y tercero, las demás personas tendrán comentarios positivos sobre el cambio que se ve en usted.

 

Traducido por Walter Reiche B.

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