Dios está en la reunión de los dioses; en medio de los dioses juzga. ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente, y aceptaréis las personas de los impíos? Defended al débil y al huérfano; haced justicia al afligido y al menesteroso. Librad al afligido y al necesitado; libradlo de mano de los impíos.
No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra.
Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo; Pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis. Levántate, oh Dios, juzga la tierra; porque tú heredarás todas las naciones.
En estos días se está hablando sobre jueces activistas que están re-interpretando la ley de la tierra según sus prejuicios particulares. En sus sentencias, estos jueces están legislando desde su judicatura cambiando la intención de la ley para conformarla a sus propios puntos de vista, los cuales por lo general, son anti cristianos, estableciendo así un precedente para futuros cambios legales.
Pero ellos no son la única fuente de problemas con la que los creyentes se van a encontrar en el sector público. Las juntas administrativas de las escuelas, los consejos municipales y otros cuerpos de gobierno, también están entrando en la acción, al asumir, con frecuencia, que algo que aún suponga el mantener los principios tradicionales cristianos, debe de ser malo y, por lo tanto, hay que prohibirlo. Tomemos el caso de un alumno del 6º grado en una escuela de Seattle no fue admitido en la escuela porque cuestionó la disposición de tener un profesor homosexual en su grado enseñando educación sexual.
Esto definitivamente no es la libertad de religión expresada en la constitución de un país, sino la represión de una religión en particular. Algunos de ustedes que viven fuera de los EE.UU. posiblemente han visto esto todas sus vidas, pero en los EE.UU. aun no nos acostumbramos a ello.
En el Salmo 82 se nos recuerda que este problema no es nuevo y que ha estado allí desde el principio. La palabra hebrea traducida aquí como “dioses” significa gobernadores o jueces, y por eso es que se escribe con minúscula. Muestra a Dios castigando a estos gobernadores y jueces por defender al injusto y al malo mientras que ignoran el derecho de los pobres y de los oprimidos. Dios les recuerda que no saben ni entienden nada, y que se encuentran andando en oscuridad mientras los cimientos de la tierra se tambalean por el escándalo de sus injustas sentencias.
“Ustedes se creen tan poderosos, pero morirán como simples hombres”, les dice, quedando implícito en esta afirmación que cuando mueran se enfrentarán al verdadero Juez (Dios, con mayúscula) quien los juzgará y tendrán que responder por sus acciones. “A todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará” (Lucas 12:48). Esta advertencia se aplica específicamente a aquellos a quienes se les ha dado autoridad sobre otros.
Como muchos cristianos en el ojo público yo he sido objeto de malos tratos, algunos de los cuales ciertamente malvados (Si usted alguna vez se ha mantenido firme defendiendo su fe, sin duda los ha recibido también.) Y cuando eso sucede se ofende tanto mi sentido de justicia que no podría soportarlo a no ser por promesas como esta.
Pero yo sé que el Señor tiene bien documentado cada incidente de maltrato que han sufrido los Suyos y los va a vengar a todos. Debido a eso es que tengo la libertad de buscar la misericordia de Dios para los que me han hecho mal, en vez de envenenar mi mente con pensamientos de venganza personal. Con esto me sitúo del lado de Dios en vez del lado del diablo y me liberamos de la atadura de la ira restaurando el gozo de mi salvación. “En el mundo tendréis aflicción”; les dijo el Señor, “pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). ¡Gracias, Señor!