Una Perspectiva por Jack Kelley
De aquí a muchos días serás visitado; al cabo de años vendrás a la tierra salvada de la espada, recogida de muchos pueblos, a los montes de Israel, que siempre fueron una desolación; mas fue sacada de las naciones, y todos ellos morarán confiadamente. Subirás tú, y vendrás como tempestad; como nublado para cubrir la tierra serás tú y todas tus tropas, y muchos pueblos contigo.
Así ha dicho Jehová el Señor: En aquel día subirán palabras en tu corazón, y concebirás mal pensamiento, y dirás: Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas (Ezequiel 38:8-11).
Muchos estudiosos de la profecía, incluyéndome a mí, ven la batalla de Ezequiel 38—39 como uno de los próximos eventos del calendario profético de Dios. En este escenario que Ezequiel describió hace cerca de 2.500 años, una coalición de países musulmanes, armados y dirigidos por el gobierno ruso, atacará a Israel y serán totalmente destruidos debido a la intervención directa de Dios. Él utilizará esta batalla para volverse a presentar a Israel como Su protector y transmitir Su llamado a todo Su pueblo en todo el mundo para que retornen a su antiguo hogar.
¿Cuándo Sucederán Estas Cosas?
Todos están de acuerdo en que esta batalla aun no ha sucedido. Después de la Segunda Guerra Mundial, el pueblo judío regresó a su tierra por primera vez después de varios siglos de haber estado dispersos en todo el mundo, y desde entonces las condiciones han sido tales para que la profecía de Ezequiel se cumpla.
Hablando de esta batalla el Señor dijo: “Y pondré mi gloria entre las naciones, y todas las naciones verán mi juicio que habré hecho, y mi mano que sobre ellos puse (la coalición de las naciones musulmanas atacantes). Y de aquel día en adelante sabrá la casa de Israel que yo soy Jehová su Dios” (Ezequiel 39:21-22), Luego Él concluye diciendo, “los reuniré sobre su tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos” (Ezequiel 39:28).
La reunión de Israel oficialmente empezó en 1948, y será completada tanto espiritual como físicamente. Según Hechos 15:13-19 y Daniel 9:27 el resultado será la construcción de un templo. Esto significa que los judíos estarán retornando a su relación antigua de pacto con Dios. El reloj que marca los 490 años y que se detuvo al momento de la crucifixión de Cristo, empezará a caminar de nuevo, recorriendo los 7 años faltantes, conocidos como la Semana Setenta de Daniel. La atención de Dios volverá a estar centrada en Israel y la Iglesia desaparecerá al Cielo.
Los judíos empezarán a construir el Templo con la ayuda del anticristo (Daniel 9:27) en lo que será su primera movida para establecerse como el dios de este mundo. Tres y medio años después se levantará en ese mismo templo para proclamarse como Dios, declaración con la que se inicia la gran tribulación (Mateo 24:15 & 2 Tesalonicenses 2:4). Entonces esta batalla debe ser insertada en la ventana del tiempo entre el renacimiento de la nación de Israel en 1948 y la reconstrucción del Templo, lo cual aun está en el futuro. Así ya ustedes pueden darse cuenta porqué los estudiosos de la profecía están tan interesados en eso. El retorno de Israel a Dios, la Semana Setenta de Daniel, el Rapto de la Iglesia, el Templo, y la presentación del anticristo están directa o indirectamente ligados a esta batalla. (A pesar de que el Rapto puede suceder en cualquier momento, no puede suceder después del comienzo de la Semana Setenta de Daniel.)
Un Pueblo Pacífico y Confiado
Entonces, ¿qué más tiene que ocurrir entes de que suceda esta batalla? Muchos de los participantes ya están en su lugar y no es ningún secreto de que están en los estados finales de preparación. Tampoco sus intenciones son un misterio. Irán ha expresado abiertamente la pronta destrucción de Israel. Turquía parece ser la única nación que no ha seguido la misma línea de la coalición musulmana descrita por Ezequiel.
Y existe otra condición. A Israel, en Ezequiel 38:8, se le describe como que está viviendo con seguridad y a los judíos se les llama un pueblo pacífico y confiado en Ezequiel 38:11. La palabra traducida como confiado en Ezequiel 38:8 en realidad implica lo que podría llamarse un falso sentido de seguridad, como si no existiera ninguna base para el sentimiento de seguridad que está en las mentes de las personas. Un significado de la palabra es descuido. La seguridad es más una esperanza que tienen que una condición legítima.
Pero volviendo a la descripción de que Israel habita seguro en una tierra de ciudades sin muros, ¿cómo podría cumplirse ese prerrequisito para la batalla de Ezequiel, dadas las condiciones presentes? El concepto de ciudades sin muros significa que los residentes no esperan la guerra. En los días de Ezequiel, una ciudad sin muros era vulnerable a ser atacada, y solamente la gente que creía no tener enemigos consideraría vivir en ese ambiente expuesto. ¿Cuándo en su historia de 59 años se ha sentido Israel seguro? ¿Y quién los describiría hoy de esa manera, o podría aun verlos en esa condición en un futuro cercano?
Recuerden que la palabra de Ezequiel para seguridad implica un falso sentido de seguridad, de tal manera que solamente la ilusión de tener paz es necesaria para cumplir con este requisito. Si Israel estuviera de alguna forma convencida de que su problema con las naciones vecinas está resuelto, quizás podría aferrarse a la ilusión de la paz. Tengamos en cuenta de que Israel solamente ha vuelto a ser nación durante 59 años, y durante este tiempo no ha tenido un solo día de paz. Muchos están cansados de la guerra, como ustedes y yo lo estuviéramos. Por primera vez, una mayoría de israelitas está dispuesta a considerar ceder una parte de Jerusalén a cambio de tener paz. Y varios líderes árabes han indicado que todos los problemas del Medio Oriente desaparecerían si solamente los israelitas y los palestinos estuvieran en paz. Si tuvieran una oportunidad, la presión impuesta para llegar a un acuerdo, sería enorme.
Pero Hay Una Posibilidad
Durante los últimos meses ha existido casi una especulación constante por parte de la prensa internacional sobre un estallido de hostilidades entre Israel y sus vecinos en algún momento durante el verano de 2007. Algunos servicios de inteligencia están diciendo que los más de 120 misiles que Hamás ha disparado sobre el sur de Israel a mediados de Mayo es solamente el comienzo. La intención es atraer a Israel a la lucha entre Hamás y la Autoridad Palestina (AP). Los EE.UU. está presionando al Primer Ministro Abas para que ponga tropas bajo sus órdenes en contra de Hamás para detener esos misiles, pero él no quiere hacerlo temeroso de que eso no funcione.
Israel se está enfrentando a la posibilidad de tener que unir fuerzas con las tropas de la AP, o montar una invasión de Gaza por sus propios medios. Si Abas no aprovecha esta ocasión y ellos tienen que hacerlo por sí solos, todas las posibilidades están sobre la mesa. Las diversas entidades musulmanas utilizarán esto como un pretexto para la guerra, e Israel no está más preparado ahora de como lo estaba el verano pasado cuando Hezbolá lo atacó.
A hoy (19 de mayo de 2007), hay una nueva tregua entre la AP y Hamás, pero Israel aun se encuentra bombardeando desde el aire supuestos sitios de misiles de Hamás. Y no olviden que los líderes políticos no están dirigiendo el show allá. Son los comandantes de la milicia local en Gaza los que deciden lo que debe de hacerse.
Pero si hay otro enfrentamiento este próximo verano, lo más seguro es que se topará con las demandas inmediatas de la comunidad internacional para que se detengan las hostilidades. Las cosas se pueden salir de control muy rápidamente y los riesgos son muy altos para dejar que los eventos sigan su curso. El tratado resultante puede convencer a los israelitas de que han obtenido la paz. Si eso sucede, entonces las piezas finales pueden colocarse rápidamente en su lugar para que se produzca la batalla de Ezequiel.
Entonces, un día, cuando menos lo esperen, habiendo solamente hecho la pantomima de haber desmantelado sus redes terroristas, esta coalición musulmana dirá, “Subiré contra una tierra indefensa, iré contra gentes tranquilas que habitan confiadamente; todas ellas habitan sin muros, y no tienen cerrojos ni puertas” (Ezequiel 38:11), Y así, descenderán sobre un Israel confiado en un imponente ataque sorpresa.
Pero Aquel Quien guarda a Israel, El que no se adormece ni duerme (Salmo 121:4), ejecutará Su juicio sobre ellos, con pestilencia y con sangre, y hará llover impetuosa lluvia, piedras de granizo, fuego y azufre. Él mostrará Su grandeza y Su Santidad, y se dará a conocer ante los ojos de muchas naciones, y entonces sabrán que Él es el SEÑOR (Ezequiel 38:22-23). Manténganse en sintonía… ya casi se pueden escuchar los pasos del Mesías. 19/05/2007.